El Tribunal de La Haya tardará meses en tomar una decisión

Las audiencias públicas sobre el muro de Cisjordania concluyeron ayer en el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya (TIJ) después de tres días de sesiones con otra oleada de críticas contra Israel. Tanto la Liga Árabe como la Conferencia Islámica calificaron la barrera de intento de apropiación de territorio palestino por parte del Gobierno de Tel Aviv. El tribunal debe emitir un dictamen que puede demorarse hasta varios meses.

Los argumentos de ambas organizaciones árabes coincidieron en su condena por la precaria situación vivida por el pueblo palestino desde que comenzara a levantarse el muro. La Conferencia Islámica, que envió una delegación encabezada por Abdeluahed Belkeziz, señaló que "es una forma de ampliar y proteger los asentamientos israelíes en Cisjordania que restringe la vida de la población local". La Liga Árabe compartía dicha queja. Según su asesor legal, Michael Bothe, los sufrimientos de los palestinos afectados son la consecuencia directa del "agravio a las leyes internacionales" que supone cercarlos. De ahí que solicitara un dictamen firme para exigir "la demolición del muro y la devolución de las tierras confiscadas a sus dueños, previo pago de una compensación".

A la vista oral, en las que han participado 12 países y las dos organizaciones árabes, además de la delegación palestina, hay que sumar las 44 alegaciones escritas remitidas al TIJ por miembros de la ONU. Israel no intervino, pero presentó un documento rechazando la jurisdicción del tribunal para un asunto que considera político. EE UU y la UE critican el muro al tiempo que consideran "inapropiada e inoportuna" la audiencia del Tribunal.