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Entrevista:Alejandro Toledo | Presidente de Perú

"Tendría mayor popularidad si gastara más"

Hay agitación en los pasillos de la Casa de Pizarro, el palacio de Gobierno de Perú. Del despacho del presidente entran y salen ministros y asesores con carpetas bajo el brazo. Son días difíciles para Alejandro Toledo, que acaba de nombrar a su quinto Gabinete en dos años y medio y no consigue ganarse la confianza de los peruanos, a juzgar por su baja popularidad en las encuestas. "Desde fuera las cifras de las encuestas deben ser incomprensibles en un país que marcha bien en el tema económico y que comienza a mostrar algunos rasgos de los beneficios del crecimiento", confiesa de entrada Toledo, de 57 años, un peruano de raíces indígenas y de familia humilde, que vivió varios años en Estados Unidos, de donde regresó con una doctorado en Economía por la Universidad de Stanford.

"Los corruptos quieren minar la democracia para tener impunidad"

En una entrevista realizada el lunes en el salón Grau de palacio, el presidente y líder de Perú Posible se esforzó para dibujar un cuadro optimista de sus logros. Durante una hora de conversación habló, gesticuló y se levantó de la silla en varias ocasiones para dar más énfasis a sus palabras.

Pregunta. Usted asegura que tratan de hacer las cosas bien, pero su popularidad está bajo mínimos.

Respuesta. Me sería muy fácil tener una mayor popularidad. Gasto más de lo que tengo como ingresos, rompo la disciplina fiscal y dilapido las reservas internacionales de 11.000 millones de dólares. No lo haré. Hemos crecido entre el 5,2% y el 4% los dos últimos años, tenemos una moneda estable, una inflación inferior al 1,5%, la inversión privada está creciendo, y contamos con el megaproyecto de gas de Camisea, que supone una inversión de más de 3.000 millones de dólares.

P. Cuando ganó las elecciones se presentó como el presidente de los pobres. ¿Qué resultados ha conseguido en este terreno?

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R. Para combatir la pobreza nos hemos metido en los rincones rurales más remotos, ahí donde no llegan los medios de comunicación ni las encuestadoras. El Instituto Nacional de Estadística muestra una disminución de seis puntos porcentuales en la pobreza rural, del 48% al 42%, en los dos años y medio de nuestro Gobierno. Comienza a haber una disminución en los niveles de desempleo, sube el ingreso familiar urbano y tenemos un programa de viviendas para los pobres muy agresivo. Este año dedicamos 1.200 millones de dólares, más 600 millones de la cooperación internacional, para el programa nacional de superación de la pobreza.

P. Si los resultados son tan buenos, ¿por qué no le aceptan los peruanos?

R. Somos un país en transición, desinstitucionalizado, desilusionado y con una baja autoestima colectiva, porque Fujimori lo engañó. Manejar un país con responsabilidad tiene un costo político, que es mayor cuando se viene de una dictadura corrupta, y cuando los corruptos están en la cárcel y su interés es minar la democracia para tener impunidad. Piense que hay más de cinco comandantes generales de las Fuerzas Armadas en prisión.

P. ¿Cómo pueden minar la democracia esos corruptos?

R. Llevan meses diciendo que hay un vídeo del presidente con Vladimiro Montesinos del año 2000. Acaban de publicar que un miembro de la Mafia que trabajaba con Montesinos, el argentino Daniel Borobio, que está detenido en Chile, con juicios pendientes en Perú, ha declarado que fue mi asesor el año pasado. ¡Por Dios! Eso mina la imagen, engendra ruido político y desestabiliza. Se meten con mi familia. No me perdonan haber liderado una movilización de millones de peruanos que terminó con una dictadura corrupta.

P. ¿Asume usted alguna parte de responsabilidad por la mala imagen que tiene como presidente?

R. Sin duda. Si tenemos que hacer ese inventario yo comienzo conmigo. Creo que uno de los errores más grandes de mi Gobierno es haber confiado en una persona que acabó traicionándome profundamente. Pero en la Administración hay cientos de personas.

P. ¿Se refiere usted al asesor presidencial César Almeyda, que dirigió durante unos meses el servicio secreto?

R. Sí, Almeyda.

P. Pero era su abogado y un buen amigo suyo.

R. Traicionó mi confianza a los tres meses de haber ingresado. Se reunió con un miembro de la red de corrupción [el general Óscar Villanueva, presunto tesorero de Montesinos], porque, según dicen, pidió acogerse a lo que se llama colaboración eficaz. Lo cierto es que se reunió con él. Eso me ha costado mucho. Los corruptos guardaron esta información desde el año 2001 y la sacaron ahora con el propósito de tumbar la democracia. No lo lograron. Ahora bien, dígame usted dos errores de fondo de mi Gobierno. A muchos no les gusta, les cuesta digerir que una persona con esta estructura étnica [se toca la piel] sea presidente. No he logrado reformar el Poder Judicial, pero no está en mis manos.

P. ¿Por qué?

R. No puedo. El ciudadano común piensa que si el poder Judicial o el ministerio público o el Congreso no funcionan es culpa del presidente. Si yo meto la mano en el poder Judicial se me caen todos encima. Porque, ¡ah! la independencia de los poderes, ¡ah! intervención del poder Ejecutivo en el poder Legislativo o el poder Judicial. Es terrible. No puedo hacer nada. No puedo hacer como Fujimori, que cerró el poder Judicial y el Congreso.

P. Pero si en ese poder Judicial hay herencias serias del régimen anterior, algo habrá que hacer.

R. ¿Qué?, dígame.

P. Por ejemplo, actuar contra los funcionarios comprometidos con la corrupción.

R. Estoy totalmente de acuerdo, pero no lo puedo hacer. No me lo permite la ley. Ésa es la frustración.

P. Pero eso genera descontento en los ciudadanos.

R. Claro, porque la población percibe que el poder Judicial es lo mismo que el poder Ejecutivo. Entonces la gente dice: oye, Toledo, haz algo, por favor. Pero si hago algo, la ley no me lo permite. A menos que... y entonces rompo... Tal vez ¿demasiada democracia? Soy un demócrata de profundas convicciones, pero creo que ha llegado el momento de que la democracia debe tener mecanismos de defensa.

P. El ex presidente y líder de la oposición, Alan García, declaró a este diario que su pecado original fue no aceptar la propuesta que le hizo tras las elecciones de 2001 de participar en su Gobierno a sus órdenes.

R. Es un tema de credibilidad. Yo no voy a estatizar la banca, no voy a romper la seguridad jurídica, tenemos inversiones y estamos creciendo porque respetamos la ley. El contrato de Telefónica, por ejemplo, fue firmado con el Gobierno de Fujimori. No me gusta, pero tengo que respetar la estabilidad jurídica. Tengo memoria y recuerdo lo que dejó el Gobierno de Alan García, hiperinflación, reservas internacionales cero, colas... No juego a las maniobras políticas.

P. ¿No cree que ha llegado la hora en Perú para un Gobierno de concentración que incorpore a las principales fuerzas políticas de oposición, como el APRA y Unidad Nacional?

R. Sí. Propusimos primero un Gobierno multipartidario y no se aceptó; después sugirieron un Gabinete conversado y conversamos. Ellos no asistieron. Estábamos decididos a ensanchar nuestra base política. En el actual Gabinete sólo tres ministros pertenecen a Perú Posible. Nunca hubo brazos tan abiertos como conmigo.

P. Pero los dos grandes partidos están fuera.

R. Porque no quieren, los hemos invitado y no quisieron sentarse a conversar.

P. ¿Por qué mantiene en su puesto al embajador de Perú en España, Fernando Olivera, a quien la Fiscalía de la Nación acaba de abrir una investigación por presuntas irregularidades en su actuación como ministro de Justicia?

R. Yo no voy a ser un juez de nadie. Tengo que operar bajo la premisa del beneficio de la duda y la presunción de inocencia. En este caso hay una carga política muy fuerte. Dejemos que los jueces hablen. Olivera es un hombre luchador contra la corrupción y por la moralización, y sé que hay vendettas políticas que vienen de años.

P. ¿Dónde se sitúa usted políticamente?

R. A nivel conceptual soy un hombre de la tercera vía moderna adecuada a América Latina. Y eso quiere decir un hombre que cree en la economía de mercado con rostro humano. Una persona que cree que la mejor inversión que puede hacer una nación es invertir en la mente de su gente.

P. ¿Se siente usted más cerca de la visión que tiene de América Latina el presidente Lula o el presidente Bush?

R. Yo soy muy amigo del presidente Lula y soy muy amigo del presidente Bush. Mi visión de América Latina es una América Latina integrada. El tema no es el presidente Bush o el presidente Lula. Nosotros tenemos una alianza estratégica histórica con Brasil y, sin embargo, estamos negociando un tratado de libre comercio con Estados Unidos.

Alejandro Toledo, durante una visita a España en junio de 2000.
Alejandro Toledo, durante una visita a España en junio de 2000.MORGANA V. LLOSA

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