_
_
_
_
Crónica:FÚTBOL | Ida de los octavos de final de la Liga de Campeones
Crónica
Texto informativo con interpretación

Kahn hace un favor galáctico

El Madrid, que jugó mal, arranca un empate en Múnich gracias a un clamoroso error del portero del Bayern

Santiago Segurola

El viejo Kahn, tan celebrado por su histrionismo, hizo comedia bufa y concedió un resultado estupendo al Madrid, que pasó de la peor de las situaciones posibles a un empate que no mereció. Jugó francamente mal en Múnich, atenazado por el frío y por su incapacidad para manejar la pelota con algún criterio. En sus mejores momentos su fútbol fue insustancial. En los peores, no tuvo juego alguno. Se llegó a pensar en una situación crítica tras el gol de Makaay en el segundo tiempo, pero Kahn se cayó como un saco en el tiro de Roberto Carlos y dejó la pelota dentro de la portería, ante el estupor de la hinchada del Bayern.

Al Madrid no le salió la vena tropical entre la nieve y un frío más que intenso, casi insoportable. Acostumbrado a manejar los partidos desde la posesión de la pelota, no se encontró con el ánimo suficiente para hacer un ejercicio de estilo en un partido decididamente invernal. Pasó de puntillas por la primera parte, sin otra noticia que un tiro de Ronaldo en el último minuto. Todo un síntoma del estado de las cosas, que no eran buenas para el Madrid pero tampoco estrepitosas. En otros tiempos, el Bayern hubiera sacado su alma incontenible, el fútbol sin respiro que tanto daño ha hecho tradicionalmente al Madrid. Es cierto que sus aproximaciones al área se cerraban con remates y que emitía algunas señales de peligro, especialmente a través de Ze Roberto, pero al fondo se vio un Bayern menor. Su futbolista más acreditado, Ballack, pasó desapercibido. Nunca se ha distinguido por su continuidad, pero gastaba merecida fama por su olfato para sorprender en el área y por sus excelentes remates de media distancia. Esta vez Ballack fue un jugador deprimido, sin nada que decir en un partido discreto, plano en el primer tiempo y algo más vibrante en el segundo.

BAYERN MÚNICH 1 - REAL MADRID 1

Bayern: Kahn; Sagnol, Kuffour, R. Kovac, Lizarazu (Salihamidzic, m. 46); Hargreaves, Demichelis (Jeremies, m. 90), Ballack, Zé Roberto; Pizarro (Santa Cruz, m. 76) y Makaay.

Real Madrid: Casillas; Salgado, Helguera, Raúl Bravo, Roberto Carlos; Beckham, Guti; Figo, Raúl, Zidane; y Ronaldo (Solari, m. 90).

Goles:1-0. M. 75. Centro bombeado desde la derecha de Pizarro, Makaay cabecea desde el borde del área pequeña y Casillas no llega.

1-1. M. 83. Falta que lanza raso Roberto Carlos, pegada al palo izquierdo; Kahn se lanza, toca el balón y lo introduce en su portería.

Árbitro: Terje Hauge (Noruega). Amonestó a Ballack, Zidane, Demichelis, Ronaldo y Figo.

Lleno. Unos 69.000 espectadores en el Olímpico de Múnich.

A su tradicional querencia a jugar en la raya de gol añade ahora una rigidez mortal para los porteros
Más información
El mejor resultado de la historia blanca en el Olímpico
Habrá duelo Raúl-Kahn
La noche del capitán
La dinamita del Arsenal revienta al Celta
Las goteras defensivas de Lippi
El pánico del fondista
El Juninho tardío
La Real se agarra a Anoeta
Matthäus acusa al portero de falta de honradez
La caída de 'King Kahn'

El interés del Madrid por poner sordina al juego no tuvo mayor éxito. Perdió la pelota con demasiada frecuencia, sin capacidad para encadenar cuatro pases y amenazar a Kahn, que estuvo al borde de la pulmonía. Apenas se estiró en todo el encuentro. Y cuando lo hizo, se encargó de confirmar su condición de portero sobrevalorado. Su gravísimo error en el tanto de Roberto Carlos puede tener efectos letales para el Bayern. En cambio, Casillas se ganó el sueldo. Estuvo impecable en el juego aéreo y respondió con eficacia a un par de tiros venenosos. Uno de Hargreaves pareció muy difícil de detener, pero Casillas lo agarró sin despeinarse. Su madurez fue la mejor noticia para el Madrid, que se defendió con cierto descontrol. Alrededor de Casillas no hubo tanta firmeza. Salgado pasó algún mal rato con Ze Roberto, que regateaba o filtraba buenos pases. Roberto Carlos tampoco tuvo su mejor noche, en algunos casos con problemas de comunicación con Raúl Bravo.

Suelen ir en la paga del Madrid las concesiones defensivas, que en esta ocasión no fueron clamorosas, aunque suficientes para ponerse en situaciones críticas, como sucedió en el gol de Makaay. Pizarro le dio vuelta a Raúl Bravo, que permitió girarse al delantero y sacar un centro limpio, perfectamente cabeceado por Makaay, martillo habitual del Madrid. Lo era en sus días con el Deportivo y lo es ahora en el Bayern. Su gol vino a consagrar la superioridad del Bayern, por mucho que el juego del equipo alemán no desplegara un fútbol poderoso. El tanto colocó al Madrid en una situación muy delicada. Jugaba mal, no remataba y perdía en Múnich. Era toda una invitación al optimismo del Bayern. No lo aprovechó. O no tuvo tiempo de hacerlo.

La respuesta del Madrid fue inmediata. No necesitó del juego para equilibrar el resultado. Le bastó con un remate de Roberto Carlos y con el clamoroso error de Kahn, súbitamente envejecido. A su tradicional querencia a funcionar demasiado cerca de la raya de gol añade ahora una rigidez mortal para los porteros. Se cayó sobre la pelota y no paró hasta introducirla en la portería. Un silencio abrumador se apoderó del estadio. El partido, que había entrado en una fase absolutamente favorable para el Bayern, se le había ido por el sumidero. Que fuera Kahn, héroe indiscutible del equipo alemán, agregó más dolor a la hinchada, porque ese gol pone al Bayern en estado crítico y coloca al Madrid en la más cómoda de las posiciones después del más mediocre de sus partidos.

Kahn, en el suelo, en el momento en que se le escapa el balón que supuso el gol madridista.
Kahn, en el suelo, en el momento en que se le escapa el balón que supuso el gol madridista.ASSOCIATED PRESS
Casillas bloca la pelota por encima de Kuffour.
Casillas bloca la pelota por encima de Kuffour.REUTERS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_