El pánico del fondista

¿Es el Deportivo un corredor de fondo al que le cuesta manejarse en las distancias cortas? Su entrenador, Javier Irureta, tan aficionado a las metáforas ciclistas, sonrió ayer al escuchar la pregunta, vaciló un instante y se abrazó a los tópicos más socorridos para no adentrarse en terrenos resbaladizos.

El Deportivo arranca esta noche en los octavos de final de la Liga de Campeones ante un rival demasiado visto -es su cuarto enfrentamiento con el Juventus en tres temporadas- y con un recuerdo muy presente: el cuadro gallego, brillante en las liguillas iniciales, todavía no ha ganado una eliminatoria en el máximo torneo europeo.

"Pero esta vez el orden de los partidos es a la inversa y jugamos antes en Riazor, en nuestra casa", siguió sonriéndose Irureta. Y, como si el argumento resultara poco convincente para él mismo, exclamó tras hacer una breve pausa: "A algo nos tendremos que agarrar, ¿no?".

Con las prisas por salir del paso, Irureta traicionó ayer su proverbial capacidad para tener muy presente la trayectoria del equipo. Porque, en la última eliminatoria que disputó en la Champions, el Deportivo también empezó jugando en su campo. Fue hace dos años, frente al Manchester United de Alex Ferguson y todavía de David Beckham, lesionado entonces por Duscher, al que los jugadores de Irureta habían sido capaces de tumbar en su mismísimo Old Trafford durante la liguilla de la primera fase. Pero llegó la distancia corta de los cuartos de final y el tenaz fondista que se había visto hasta entonces cayó desplomado.

Menos doloroso, en todo caso, que la temporada anterior. Tras pasearse en las liguillas de las dos primeras fases contra rivales más potentes, el Deportivo volvió a caer en los cuartos de final frente al Leeds, el equipo por el que todos habían puesto velas a los santos en A Coruña antes del sorteo.

"¡Ni que lleváramos cien años disputando la Champions!", se revuelve Víctor; "aún somos bastante novatos. Tarde o temprano, tendremos que romper la estadística". Víctor podría haber esgrimido en defensa de su equipo la conquista de la Copa del Rey, hace dos campañas, tras el célebre centenariazo al Madrid.

Pero también hay otros antecedentes que abonan la tesis del miedo a las distancias cortas. Cuando disputó la Copa de la UEFA, el Deportivo nunca pudo pasar de los octavos de final. Y en este mismo ejercicio ya perdió una eliminatoria contra el Atlético en la Copa.

Irureta no estaba ayer para meterse en honduras porque, si no, se podría haber evocado la definición de su equipo que él mismo acuñó en alguna ocasión recurriendo, cómo no, al símil ciclista: "No somos los mejores en la contrarreloj ni en la montaña ni en los sprints. Nuestro fuerte es que mantenemos la regularidad en todos los terrenos".

En la eliminatoria que se inicia esta noche, el Deportivo se mide a un rival que se le ha adherido a la piel. Todas las participaciones del cuadro gallego en la Liga de Campeones le han deparado un duelo con el Juventus. La estadística está completamente nivelada: cuatro empates y una victoria para cada uno.

El rival no tiene secretos para Irureta, quien adelantó el mensaje fundamental que transmitirá a sus futbolistas: "Lo más importante es que la transición de la pelota sea rápida. Si nos entretenemos con exceso de toques, nos vamos a encontrar con muchos problemas porque ellos enseguida se repliegan y colocan ocho hombres por detrás del balón".

El técnico mantiene la incógnita de quién acompañará a Mauro Silva en el medio centro, el fogoso Sergio o el más pausado Fran, muy lúcido últimamente.

Deportivo: Molina; Scaloni, Andrade, Naybet, Romero; Mauro Silva, Sergio o Fran; Víctor, Valerón, Luque; y Tristán.

Juventus: Buffon; Thuram, Ferrara, Montero, Zambrotta; Camoranesi, Tacchinardi, Conte; Nedved; Del Piero y Trezeguet.