Contienda sin candidatos
La campaña acentúa el sentimiento de queja en Almería por la falta de carreteras y el trasnochado servicio ferroviario
La campaña electoral en Almería traspasa las fronteras provinciales para observar el pulso Rajoy-Zapatero y Chaves-Martínez. Pocos son los almerienses que conocen, si quiera, a los cabeza de lista por su ciudad. Muchos, en cambio, los que coinciden en destacar el avance "lento" en infraestructuras y el poco empuje de sus políticos para reclamar en Madrid y en Sevilla.
Lola Sánchez, de 33 años, observa todos los días desde la terraza de su casa, en el almeriense barrio de Los Molinos, los avances en la construcción del Estadio Mediterráneo. Será la joya de la corona de los 15º Juegos Mediterráneos que se celebrará en 2005 y que juntará a miles de atletas en Almería durante 10 días. Lola se pregunta si el resto de la ciudad sabe algo acerca de los Juegos, acerca del Palacio Mediterráneo que también se erige, de la pista de atletismo y del campo de hierba que habrá a tan sólo unos metros del estadio o de las piscinas olímpicas que se construirán en la Universidad. "Se van a celebrar unos Juegos Mediterráneos y no lo sabe nadie. La visión que se tiene de nosotros fuera es que vamos a caballo o en burra y que esto es el desierto. A Almería falta que se la tome más en serio. En cultura estamos en pañales", afirma.
"Nos va como nos va porque el PSOE gobierna en Andalucía y el PP en Madrid"
Sánchez trabaja como vendedora en una tienda de muebles en la que empezó hace una semana. Dejó su puesto de trabajo en una empresa similar en la que echaba 9 horas diarias y debía de coger el coche hacia el municipio de Huércal de Almería. Ahora trabaja siete y cobra un poco más. Ni por asomo relaciona su situación laboral con la gestión política en Andalucía o en España.
Ese sentimiento invade también a Juan Sánchez Andújar, un agricultor de 53 años que cuenta con cuatro hectáreas de invernaderos en producción. Ni siquiera la colocación de la primera piedra de las obras del Plan Hidrológico Nacional (PHN) en Huércal-Overa protagonizada hace unos días por el presidente Aznar le convence. "Han puesto la primera piedra, pero habrá que ver cuándo ponen la última. Porque la Junta tardó 11 años en concluir la A-92. Si tengo que esperar otros diez años, mejor que no hagan nada. Para el Gobierno central somos los últimos y para la Junta, los requeteúltimos. Estamos igual con unos que con otros", sostiene el agricultor.
El PHN aportará a Almería 95 hectómetros cúbicos de agua anuales (el 9% de las necesidades de la provincia) que se repartirán entre el campo de Níjar, la comarca del Almanzora, Almería, el Poniente y el campo de Dalías. Sánchez tuvo la oportunidad, el pasado día 17, de preguntarle al ministro de Agricultura cara a cara sobre el convenio firmado en materia de exportación entre la UE y Marruecos que ha llevado a los agricultores almerienses a celebrar acciones de protesta por la "competencia desleal" que supondrá para los tomates de Almería. "El ministro me dijo que se están haciendo cosas y yo le contesté que esas cosas no se veían".
Almería fue designada sede de los Juegos Mediterráneos de 2005 un 28 de abril de 1999. Tan sólo unos días después el vicepresidente económico del Gobierno, Rodrigo Rato, prometió que la provincia, para esa fecha, contaría con conexión ferroviaria con Murcia y el Levante español. Fue tres años más tarde, en noviembre de 2002, cuando el propio Rato reconoció que se equivocó. Otra de las reivindicaciones de los almerienses es el soterramiento de las vías del tren que dividen la ciudad y que lleva en el debate político más de ocho años.
Joaquín García es un abogado (29 años) con bufete en el centro de la capital del que es socio con dos letrados más. Es de los que piensa que Almería no recibe "ni la tercera parte" de lo que es capaz de producir y generar. "Le falta infraestructuras, comunicación, proyección y educación. Hay un déficit tremendo en los institutos y en la Universidad de Almería, donde casi todos son doctores que sobran de la Universidad de Granada. Y seguimos sin autovía de Adra a Málaga", afirma. García, que se considera "más o menos informado", apenas si intituye los nombres de los candidatos. "Conozco a ese que es de fuera, [Rafael] Hernando, y a Luis Rogelio
[Rodríguez-Comendador], el alcalde. Por el PSOE imagino que irá otra vez Martín [Soler]. El otro, el que se presenta para el Congreso, no tengo ni idea", confiesa.
García es de los que piensa que lo que Almería ha conseguido, lo ha logrado por ella misma. Cree que el Gobierno de la Junta "lo hace mejor" que el de Madrid, aunque suspende a los dos. "A uno le pongo un tres y al otro, un dos", dice.
Quizá el ejemplo más patente del peso de la iniciativa privada en la provincia lo represente el tema del gas, otra vieja aspiración, junto con las comunicaciones y el agua, que Almería tiene desde hace una década. Al final será un consorcio privado el que construya el gasoducto desde Argelia. El tramo submarino entre Beni Saf y la bahía de Almería superará los 1.000 millones de euros, financiados al 60% por la Unión Europea. En el aire queda, todavía, si los 10.000 hectómetros cúbicos que transportará el gasoducto pasarán o no de largo por la provincia.
El problema de las infraestructuras y comunicaciones es una constante para una provincia que en la campaña agrícola pasada registró la segunda mayor producción de su historia, con más de 2'6 millones de toneladas, de las que el 60% se vendió en mercados exteriores.
El sector de extracción del mármol, el segundo en importancia tras la agricultura con más de 5.000 empleos directos, facturó en 2002 más de 540 millones de euros. Las magnitudes de las cifras contrastan con la escasez de los más elementales servicios: el tráfico de vuelos nacionales ha sufrido un retroceso por el encarecimiento de los precios -volar a Madrid o Barcelona sale el triple de caro que hacerlo a Londres o Nueva York- y la opción terrestre pasa por viajar en vehículo propio o pasar siete horas en el tren diurno, tras la supresión del servicio nocturno. Situaciones paradójicas en una provincia en donde la renta familiar es la más alta de toda Andalucía. "Aquí lo que veo es que el uno por el otro está la casa sin barrer. Son todos unos incompetentes y no paran de darse puñaladas traperas. Nos va como nos va por el hecho de que los socialistas gobiernan en Andalucía y el PP en Madrid", sentencia Rafael Martínez, un dependiente de 28 años que ha trabajado también como promotor turístico.
Jesús Merino es un mediano empresario de 53 años con una docena de trabajadores a su cargo dedicados a la pintura y revestimientos de edificios. Reconoce que las cosas, en Almería, van a buen ritmo, aunque "con retraso". Sí aprecia un vuelco por parte del PP con el sector: "Ahora existe mucha más seriedad en los pagos que antes de 1996".
Una pensionista de 68 años residente en el barrio de la Plaza de Toros y que se confesa socialista "de toda la vida", hace su particular análisis de la situación: "A Zapatero no lo veo muy capacitado y el otro no me gusta nada. Voto a la persona. Si me pusieran a un Felipe González o a un Tierno Galván votaba ciega".
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