Más duro que Uribe

José María Aznar mostró ayer una posición incluso más firme frente al terrorismo que la del duro Álvaro Uribe, en la medida en que afirmó, como en otras ocasiones, que los terroristas "saben ahora que su único futuro es ser derrotados", mientras su anfitrión sostenía que, "aunque la decisión ahora ha sido derrotar al terrorismo, los procesos de paz no están cerrados" en Colombia.

El presidente colombiano aprovechó el Foro sobre Democracia y Desarrollo que se celebró en el Centro de Cooperación Española, inaugurado ayer por Aznar en un convento restaurado de esta bella ciudad colonial, para realizar una defensa apasionada de su política antiterrorista, incluidas las negociaciones ya entabladas con las milicias ultraderechistas y las que el Gobierno dice que estaría dispuesto a abrir con las FARC y el ELN, si entregan las armas.

El debate, presentado por el escritor peruano Mario Vargas-Llosa, en su calidad de presidente de Fundación Internacional para la Libertad, concluyó con una expresión colectiva de apoyo a Uribe, a la que se sumaron los otros protagonistas del acto, entre los que destacaron el ex presidente de Colombia Belisario Betancur, el ex presidente de Uruguay Julio María Sanguinetti, el ex presidente de Bolivia Jorge Quiroga y el intelectual argentino Enrique Krauze. No asistió el más célebre de los intelectuales colombianos, Gabriel García Márquez, que tiene casa en Cartagena pero se mueve más por México y otros ambientes ideológicos.

Aznar aprovechó su intervención para reiterar su fe en la economía de mercado, la buena relación con EE UU y la lucha antiterrorista como palancas de un desarrollo universal que, dijo, "puede hacer más por erradicar la pobreza que toda la ayuda humanitaria".

El líder colombiano confirmó que España, el único país con EE UU que apoya militarmente a Colombia, acaba de donarle dos aviones CASA de transporte de tropas y le está vendiendo una serie de "equipos de tierra", dijo Uribe, antes de precisar "tanques", para control de carreteras.