La evolución de la economía valenciana pone de relieve que mantiene su carácter vulnerable
La construcción y la exportación son los dos sectores más sensibles a las crisis externas
La senda de crecimiento de la economía valenciana trazada durante los últimos años está muy lejos de garantizar una evolución sostenida. La comparación entre la evolución de las tasas anuales de crecimiento del PIB en España y la Comunidad Valenciana revela que las fases de bonanza disparan los indicadores en territorio valenciano. Pero indica, también, que las fases de desaceleración se agudizan. La construcción y la exportación, los dos pilares sobre los que se asienta la economía valenciana, siguen siendo los más sensibles a cualquier perturbación exterior.
"La mejora del nivel de renta desplaza a los sectores intensivos en mano de obra"
Gregorio Izquierdo, director de análisis del Instituto de Estudios Económicos, explica que la evolución del PIB regional está directamente vinculada "a la estructura sectorial de crecimiento". Y apunta que "dos circunstancias" explican que las tasas anuales de variación de la actividad económica sean más acentuadas en territorio valenciano, la dependencia de los sectores exportadores y la construcción. "Exportación y construcción son las dos variables más sensibles al ciclo económico", señala Izquierdo, "de modo que la economía valenciana crece más en momentos de expansión pero también decrece más en momentos de recesión".
El analista apunta, sin embargo, que "la construcción ha actuado como contrapeso a la última desaceleración del ciclo económico en la Comunidad Valenciana, porque lo normal es que la actividad hubiera caído más". El atractivo turístico del territorio valenciano ha sostenido una presión de la demanda de vivienda por encima de la media que ha evitado una caída mayor de la actividad económica, cuyas tasas de crecimiento cayeron desde un 5,1% entre 1999 y 2000 al 1,92% entre 2001 y 2002 mientras que en España la oscilación fue un punto porcentual menos intensa.
Izquierdo augura que la industria recuperará el protagonismo en la estructura sectorial del crecimiento en territorio valenciano, aunque transformada. "La mejora del nivel de renta, la convergencia de la renta con la Unión Europea, altera los sectores competitivos", explica, "algunos sectores muy intensivos en mano de obra pueden verse desplazados".
El problema reside, precisamente, en el volumen intensivo en mano de obra que caracteriza a muchos sectores tradicionales de la industria valenciana, desde el textil al calzado.
"La economía de Estados Unidos está especializada en capital humano, pero antes vendía productos textiles", ilustra Izquierdo. Y apunta que el recurso de sumergir la actividad, que ha sido habitual en sectores manufactureros, o la apuesta por la deslocalización para trasladar la producción a países donde la mano de obra es más barata, ya no son eficaces. No se debe competir a través de la reducción de costes de producción, sino fomentando "una diferenciación del producto". "Hay que fomentar la marca, la imagen, el servicio, después de todo, en Estados Unidos también se fabrican zapatos", dice.
Según su versión, "Levante tiene la ventaja de concentrar el mayor número de emprendedores de España". Izquierdo considera que "la industria española sufrió un ajuste muy fuerte con la revalorización de la peseta a lo largo de los años 90", aunque teme que, en el inmediato futuro, "pueden tener problemas los que no han hecho las cosas bien en épocas expansivas".
Aurelio Martínez, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Valencia, subraya, precisamente, que la fragilidad de la economía valenciana reside en la "ausencia de una política industrial desde hace años". "No se han hecho los deberes cuando las cosas iban bien", apunta.
Martínez coincide en la necesidad de fomentar la "productividad", "la generación de valor añadido" y, sobre todo, "las redes de distribución" para sostener los sectores exportadores tradicionales.
"El crecimiento de los últimos años está directamente vinculado a la construcción, que va muy bien", comenta, "pero ni la agricultura ni la industria han evolucionado de la misma manera y cuando llega la desaceleración la caída de las tasas de crecimiento es mayor en la Comunidad Valenciana que en el resto de España".
Los exportadores valencianos reclamaban esta semana a Miguel Peralta, consejero de Industria, apoyo a nuevas medidas de flexibilidad laboral. Pero Martínez considera que las ya han puesto en práctica de hecho: "Trabajan más valencianos, pero cobran mucho menos", señala el catedrático.
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