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LA CRISIS POLÍTICA DE CATALUÑA
Columna
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Un test para la democracia

Creo que casi nadie discute que Carod Rovira cometió un error entrevistándose con la dirección de ETA. Pero no creo que sea discutible tampoco que ha pagado un altísimo precio por ese error. Ha dejado de ser conseller en cap del Gobierno de Cataluña como consecuencia del mismo.

¿Cuándo se ha asumido en España la responsabilidad política por un error en la forma en que lo ha hecho Carod Rovira? Dejo de lado el caso de Demetrio Madrid, que no sólo no cometió ningún error, sino que, como dejaron claro los fundamentos jurídicos de la sentencia que lo absolvió, fue más allá en sus obligaciones como empresario de lo que es exigible en nuestra economía de mercado "sin duda por sus convicciones socialistas". Pagó, sin embargo, su procesamiento con la dimisión de la presidencia de Castilla-León, exigida por José María Aznar, entonces parlamentario regional. Así, con un acto de canibalismo repulsivo, es como empezó el ascenso político del actual presidente del Gobierno.

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Pero si exceptuamos el caso de Demetrio Madrid, ¿en qué otra ocasión, desde la entrada en vigor de la Constitución, se ha pagado un error político de la forma en que lo ha hecho Carod Rovira?

Ya está bien de hipocresías y de dobles varas de medir. ¿Hasta dónde y hasta cuándo va a tener que estar pagando Carod Rovira su error? El dirigente de ERC ha pagado por su entrevista con ETA, que es por lo único que tiene que pagar. No se le puede exigir que pague también porque ETA emita un comunicado. A nadie se le puede hacer pagar políticamente por un comunicado de ETA, porque a ningún comunicado de ETA puede dársele curso legal en el sistema político español.

ETA ha tenido la costumbre en el pasado de justificar sus asesinatos haciendo referencia a la conducta de las víctimas que estarían en el origen de su selección como tales por parte de la banda terrorista. Siempre se ha considerado que tales comunicados eran nauseabundos y jamás se le ha dado curso legal. Nadie jamás ha dado credibilidad a ningún comunicado de ETA. ¿Por qué ahora sí? ¿Por qué ahora ETA, como ha escrito Victoria Prego, mata pero no miente? ETA es constitutivamente mendaz. ETA no puede dejar de mentir políticamente, porque la verdad y la mentira en política tienen unos marcos de referencia que les son completamente ajenos. Justamente por eso, es un error imposible de justificar entrevistarse con ETA. Y justamente por eso, Carod Rovira ha tenido que pagar su error con su dimisión como conseller en cap.

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Pero ya ha pagado. Ese error no tiene por qué impedir que Carod Rovira continúe siendo secretario general de ERC, que concurra como cabeza de lista a las elecciones el próximo mes de marzo, es decir, que siga siendo protagonista de la vida política española y catalana.

Es importante, además, que sea así. Carod Rovira, tras el comunicado de ETA, está siendo sometido a un chantaje. Y a través de él, están siendo chantajeados también ERC, el PSC y el PSOE. Y el chantaje tiene que ser resistido, porque el que cede al chantaje una vez entra en un camino sin retorno. Ningún sistema político democrático puede operar establemente si se admite el uso del chantaje y, peor todavía, si se cede a él.

José María Aznar, Mariano Rajoy, Javier Arenas, Ángel Acebes, Eduardo Zaplana están utilizando el comunicado de ETA para hacer chantaje. Ese es un camino que no tiene fin. Se sabe donde se empieza, pero no donde se acaba. De momento, de la exigencia de responsabilidad de Carod Rovira se ha pasado nada menos que a la ruptura del Pacto Antiterrorista. La permanencia de Carod Rovira en política es un test para la democracia española. Me gustaría que se entendiera así de manera generalizada, pero como no es posible pedir peras al olmo, me conformaría con que los dirigentes socialistas en el conjunto del Estado así lo entendieran.

Zaplana, ayer, después del Consejo de Ministros.
Zaplana, ayer, después del Consejo de Ministros.

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