Descontento de los países pobres en la conferencia sobre biodiversidad
Las naciones en vías de desarrollo acusan a los industrializados de "falta de compromiso"
La séptima Conferencia sobre Biodiversidad, organizada por la ONU y que se celebra en Kuala Lumpur, capital de Malaisia, aprobó ayer una declaración final con el respaldo de las naciones ricas y pese a las objeciones de los países en vías de desarrollo, que mostraron su descontento con este texto final porque no refleja el compromiso de los "ricos" en la financiación de los programas de protección de la biodiversidad en zonas de Latinoamérica y del Sureste asiático.
Representantes de varias delegaciones latinoamericanas, se quejaron especialmente de lo costoso que es mantener una red de espacios naturales protegidos, uno de los objetivos de la Unión Europea para esta cita, que ha quedado recogido en el documento final. La declaración de Kuala Lumpur, que recoge 10 días de sesiones y debates, los dos últimos entre 74 ministros y 33 viceministros de Medio Ambiente, nace además con la crítica a las naciones más poderosas de falta de solidaridad y compromiso en la solución de los problemas de los países pobres.
El documento reconoce el papel indispensable de las comunidades indígenas a la hora de conservar el medio ambiente, aunque no hace referencia a la protección de los derechos de propiedad intelectual de los indígenas sobre sus remedios curativos ancestrales, punto en el que tanto la UE como los grupos de presión indígenas llevaban insistiendo desde el comienzo de las negociaciones.
El manifiesto también establece las líneas generales de los puntos concretos que hoy está previsto estudien y aprueben los equipos negociadores de la conferencia, y solicita la creación de medidas para evaluar con eficacia el empobrecimiento de la riqueza biológica en el planeta, aunque no observa la creación de unos indicadores claros para ello, como exigía la delegación europea.
En opinión de los técnicos también se han dejado "puntos calientes", como el acceso por parte de la comunidad internacional a los beneficios derivados de los recursos naturales y el desarrollo de nuevas políticas que aseguren una mejor gestión de los bancos de pesca de acuerdo con criterios medioambientales.
EE UU y Marte
El bloque europeo estuvo encabezado por el ministro de Medio Ambiente de Irlanda, Martin Cullen, cuyo país ocupa la Presidencia de la UE este semestre, y la comisaria de la Unión del mismo ramo, la sueca Margot Wallstrom. "Ahora que Estados Unidos busca vida en Marte, es interesante que nos aseguremos de que aún haya vida en este planeta en el futuro, para que si los marcianos vienen a visitarnos estemos todavía aquí", comentó Wallstrom.
A la conferencia no ha asistido la ministra española de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, en su lugar ha acudido Miguel Aymerich, subdirector general de Conservación de la Biodiversidad.
El objetivo de la reunión es hacer un seguimiento de los acuerdos de la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992, para lograr la conservación de los millones de especies vegetales y animales del planeta, de las que cerca de 27.000 desaparecen anualmente.
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