Todas las instituciones de Lleida defienden la unidad del Museo Diocesano

Todas las instituciones públicas de Lleida han hecho frente común en defensa de la unidad del Museo Diocesano y Comarcal tras conocerse la resolución de la Nunciatura Apostólica, máximo tribunal eclesiástico, que rechaza el recurso de amparo presentado por el Obispado de Lleida en agosto de 2002 para impedir que una parte de su patrimonio artístico sea retornado a la diócesis aragonesa de Barbastro-Monzón en cumplimiento de un decreto de la Santa Sede.

La decisión del Vaticano vuelve a situar el litigio por el arte sacro en el mismo callejón en el que se encontraba en 1998, cuando el anterior nuncio, Lajos Kada, ordenó la devolución al obispado aragonés de los bienes procedentes de las 111 parroquias segregadas en 1995 de la Iglesia catalana. El anterior obispo de Lleida, Ramon Malla, y el actual, Francesc Xavier Ciuraneta, lejos de acatar la sentencia, decidieron recurrir ante los tribunales eclesiásticos, pero sus fallos han sido siempre favorables a los intereses de Aragón, que reclama entre 60 y 100 piezas. Todas las instituciones que forman parte del consorcio que impulsa el nuevo Museo Diocesano y Comarcal -Generalitat, Ayuntamiento, Diputación, Consejo Comarcal del Segrià y Obispado de Lleida- han hecho un frente común para mantener la unidad de todas las colecciones artísticas que se conservan en el citado museo, aunque para ello se tenga que recurrir a la jurisdicción ordinaria una vez agotada la eclesiástica.

El Vaticano ha expresado de nuevo su voluntad de que una comisión mixta formada por juristas y expertos de ambos obispados sea la encargada de decidir la titularidad de cada una de las obras en litigio. La parte leridana reclama que los miembros de esa comisión sean más neutrales y objetivos que los anteriores. En el último recurso, ahora rechazado por la Santa Sede, el prelado de Lleida aportó nuevas pruebas documentales que, a su juicio, demuestran la propiedad leridana de la mayoría de las piezas reclamadas por Aragón. Una de esas pruebas está basada en un dietario del obispo Josep Messeguer, fundador en 1893 del museo diocesano, donde quedó constancia manuscrita de las transacciones por compra o permuta realizadas a finales del siglo XIX en la diócesis. Muchas piezas fueron adquiridas y otras podrían ser originarias de la antigua catedral de la Seu Vella.

El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, se mostró en cambio satisfecho con la decisión del Vaticano y confió en que la diócesis de Lleida acataría la decisión, según informa Efe. Iglesias informó de que los bienes en litigio se trasladarán al Museo de Barbastro.