Un hombre confiesa haber matado a su pareja y a la hija de ambos en Hendaya
El detenido confiesa que asfixió a la mujer, embarazada, y que estranguló a la niña de 5 años
El ciudadano francés Christophe Dubarry, de 37 años, confesó el pasado domingo a la policía que asfixió en su domicilio en Hendaya a su compañera sentimental, la donostiarra Belén Muro Etxegarai, de 34 años y embarazada de pocos meses, y estranguló con un cable a la hija de ambos, de cinco años. El detenido simuló en principio que había encontrado los cadáveres. Sin embargo, tras un interrogatorio en el que la policía francesa sacó a relucir la relación extraconyugal que mantenía, Dubarry admitió el doble crimen.
Los cuerpos sin vida de Belén Muro, quien trabajaba en un céntrico restaurante de San Sebastián, y de la pequeña fueron descubiertos sobre las 14.30 del pasado sábado en la vivienda familiar, en la localidad vasco-francesa de Hendaya, a unos veinte kilómetros de la capital guipuzcoana. Fue el propio Dubarry quien, al regresar a su domicilio de su trabajo en un hotel de Hendaya, alertó a sus vecinos. "Mi mujer y mi hija están muertas. Llamad rápidamente a la policía", gritó.
Los cadáveres de la mujer y la niña yacían sobre sus respectivas camas y la casa se hallaba revuelta. En un primer momento, Dubarry, originario de la región de Las Landas, sostuvo ante los agentes que había salido de su casa sobre las 8.30, dejando a su familia dormida, y se dirigió al hotel Ibaia, del que es responsable de cocina. Tras terminar su jornada, siguió su relato, regresó a casa con un ramo de flores para celebrar San Valentín y avisó entonces de las dos muertes.
Durante las primeras horas, la policía francesa mantuvo públicamente que no descartaba ninguna hipótesis, si bien sospechaba desde un principio de la posible implicación del hombre en el doble crimen. Así, tras un interrogatorio en la comisaría de Bayona, Dubarry confesó el domingo por la tarde ser el autor del doble crimen, según fuentes de la investigación.
Simular un robo
Antes de ir a trabajar, Dubarry asfixió supuestamente a su compañera con una almohada y estranguló a su hija con un cable eléctrico. Después, se fue al hotel y, a la vuelta, fingió encontrar los cadáveres. El presunto parricida había desordenado, además, la vivienda para simular un robo. Dubarry compareció ayer ante el fiscal y el juez. Al cierre de esta edición, seguía declarando ante el magistrado.
Los vecinos de las víctimas se encuentran consternados por lo sucedido, pues todos consideraban que se trataba de una pareja unida y sin problemas. Igual de desolados están los compañeros de trabajo de Belén Muro. Una compañera y amiga de la fallecida mostraba ayer en declaraciones a Efe su incredulidad por lo ocurrido y afirmó que Dubarry "se comportaba muy bien" con su mujer e hija. "Ha sido horroroso. No lo entendemos. ¿Qué le ha pasado a ese chico por la cabeza para hacer lo que ha hecho?", agregó.
El Ayuntamiento de San Sebastián condenó el "salvaje" crimen y se puso a disposición de la familia de las víctimas para prestarles la atención y ayuda que puedan precisar.
