La Guardia Civil investiga los destrozos causados por una excavadora en un yacimiento íbero de la Vega Baja

Cerca de un tercio del poblado íbero de El Oral, ubicado en las inmediaciones de la sierra del Molar en el término de San Fulgencio(Vega Baja) ha sido destruido, al parecer, por la acción de una máquina excavadora, según reconoció ayer el codirector de los trabajos arqueológicos en este yacimiento, Lorenzo Abad. La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido.

Abad, catedrático de Arqueología de la Universidad de Alicante, explicó a Efe que los hechos sucedieron entre la tarde del pasado viernes y la mañana del sábado cuando, por causas no esclarecidas, una máquina excavadora destrozó parte del yacimiento, alrededor de 2.000 metros cuadrados de superficie. La brecha abierta en el yacimiento, según los arqueólogos, es de importantes dimensiones, de un metro de profundidad y siete de altura.

El poblado íbero de El Oral, descubierto hace veinte años y datado entre el 525 y el 450 a.C, posee "un gran valor" arqueológico por su "complejo urbanismo" y por los materiales de "adobe" utilizados en su construcción, según el arqueólogo. En total han destrozado por completo cuatro o cinco habitaciones completas, una multitud de piezas arqueológicas de cerámica de gran interés y han arrasado parte de las parcelas pendientes de excavación. No abstante, los responsables de la excavación aseguraron que es "imposible cuantificar" los daños ocasionados por la excavadora, de la que comentó que es de una empresa que explota una cantera próxima.

Los arqueólogos de la Universidad de Alicante están elaborando un informe técnico para presentarlo ante la Dirección Territorial de la Consejería de Cultura para evaluar las pérdidas ocasionadas.

El Oral es uno de los poblados íberos más importantes del País Valenciano, en el que se están realizando excavaciones desde el año 1981. Entre los restos arqueológicos más importantes hallados destaca un olpe de bronce etrusco, depositado en el Marq de Alicante.

Los arqueólogos criticaron la actuación de los responsables de la empresa que está construyendo en las inmediaciones y al Ayuntamiento que ha concedido licencia para remover tierra cerca de este yacimiento.