El Ayuntamiento crea un registro de jóvenes que toman la píldora del día siguiente

El Ayuntamiento está creando desde hace unas semanas una base de datos informática que unifica la existente en sus 14 centros municipales de salud. Su fin es que en ella queden registradas las historias clínicas de las chicas que acuden a los centros municipales para conseguir la píldora del día siguiente. Esta pastilla está compuesta por hormonas y evita que la mujer quede embarazada durante las 72 horas siguientes a haber mantenido relaciones sexuales. Los médicos aseguran que la píldora debe tomarse sólo de forma excepcional, ya que tiene efectos secundarios, y sólo cuando se sospecha que han fallado los métodos anticonceptivos convencionales.

"La píldora del día siguiente es un método anticonceptivo de urgencia", explica José Manuel Torrecilla, gerente de Salud Pública de la Concejalía de Servicios a la Comunidad. "Hasta ahora, cada centro municipal de salud tenía una historia clínica de las chicas atendidas, pero el facultativo de un centro no podía saber si otro colega le había recetado la misma píldora en el pasado a la joven. Informatizamos el sistema para que todos los médicos de la red puedan conocer las historias clínicas de todos los centros municipales", explica Torrecilla. "El objetivo es detectar qué chicas están haciendo un mal uso de la píldora para darles la información adecuada y que elijan el método anticonceptivo más adecuado", añade.

La concejal del PSOE Carmen Sánchez Carazo considera que la medida supone la "creación de un registro de adolescentes que han tomado la píldora". "Para que estos dispositivos funcionen bien es imprescindible que las muchachas perciban que tienen garantizada la confidencialidad. Me pregunto qué hará ahora una chica asustada, que teme un embarazo y que necesita atención urgente. ¿Irá a una consulta en la que puede creer que quedará fichada? Me temo que esto las ahuyentará de los servicios de planificación familiar municipales", afirma.

Torrecilla disiente: "La Ley de Protección de Datos y el secreto médico garantizan a las adolescentes la confidencialidad".

La píldora del día siguiente es recetada en los 14 centros de salud municipales. Su precio ronda los 20 euros y no está financiada por Sanidad. La urgencias de los hospitales públicos no suelen recetarla porque su uso "no es una urgencia médica".

Según datos del Ministerio de Sanidad, de cada 1.000 mujeres madrileñas de 15 a 44 años, 12,19 abortaron en 2002. Este porcentaje es más del doble del registrado en 1993.El PSOE atribuye el aumento del número de abortos a la "ineficacia de las políticas de planificación familiar que el PP está llevando a cabo tanto en la Comunidad de Madrid como en el Ayuntamiento", afirma Carmen Sánchez Carazo, concejal del PSOE.Como ejemplo, ésta denuncia las "enormes listas de espera" de las consultas municipales de planificación familiar.

Según datos de la Concejalía de Servicios a la Comunidad, cuyo titular es Pedro Calvo Poch, una adolescente que acuda a una consulta de planificación familiar deberá esperar entre uno y cinco meses para ser atendida por un médico. Las esperas más cortas son de una semana en el turno de tarde del Centro Municipal de Salud de Villaverde, y de tres semanas en los turnos matinales de Carabanchel y Vicálvaro, y en el vespertino de Chamberí.

La espera es de un mes en el turno de mañana en Arganzuela, Centro, Chamberí, Hortaleza y Villaverde; en el de tarde, en Tetuán y Vicálvaro, y en los dos turnos, en Vallecas y Montesa.

El resto de centros municipales de salud tiene esperas más largas: un mes y medio en Centro por la tarde, y en Fuencarral y Retiro por la mañana; dos meses en Fuencarral por la tarde y Ciudad Lineal durante todo el día; dos meses y medio en Latina por la mañana; tres meses en el turno de tarde en Carabanchel, y de cuatro a cinco meses en Tetuán por las mañanas.

Los centros de Arganzuela, Hortaleza, Latina y Retiro no ofrecen consultas de planificación familiar por las tardes, según datos del Ayuntamiento.

Respuesta inmediata

"Estas demoras son una barbaridad", denuncia Sánchez Carazo. "Los adolescentes necesitan una respuesta inmediata. Cuando una chica acude a planificación familiar para conocer qué metodo anticonceptivo debe tomar es que quiere resolver una situación personal nueva para ella. Si se le dice que vuelva tres meses más tarde, se pierde la oportunidad de llevar a cabo todas las políticas de prevención", denuncia la edil.

José Manuel Torrecilla admite que algunas de estas demoras son "mejorables". "Es cierto que en algún centro se acumulan esperas, porque resulta difícil contratar a médicos sustitutos. Pero estamos haciendo un esfuerzo importante en llevar las políticas de planificación familiar a todas las mujeres en general y a las adolescentes en particular", añade Torrecilla.

Carmen Sánchez Carazo piensa justo lo contrario: "La planificación familiar falla en Madrid desde hace tiempo; lo demuestra el hecho de que las adolescentes que abortan son cada vez más", afirma. Sánchez Carazo comparte una de las quejas más comentadas por las adolescentes y las asociaciones de mujeres: las consultas de planificación familiar están cerradas los fines de semana, precisamente cuando más las necesitan.

Según datos de la Concejalía de Servicios a la Comunidad, cada año más de 5.000 adolescentes y jóvenes menores de 20 años acuden a los centros municipales de salud. El 80% de ellos lo hace precisamente por temas relacionados con la sexualidad y los métodos anticonceptivos. "En estas consultas se atiende, se informa y se proporcionan los métodos anticonceptivos necesarios; el más habitual es el preservativo", según consta en un informe del Ayuntamiento.

La píldora del día siguiente está compuesta por una combinación de hormonas que impiden que el óvulo fecundado anide en el útero. En personas sanas y que sólo la tomen una vez, la píldora altera el ciclo hormonal y puede causar alteraciones gastrointestinales y otras dolencias, siempre leves. Pero si la píldora se toma varias veces, alerta Torrecilla, "la mujer puede sufrir un desarreglo hormonal muy importante, además de otros trastornos graves".

Los médicos que la recetan a una menor de edad pueden o no comunicárselo a los padres, siempre siguiendo "criterios médicos", afirma Torrecilla. "Las chicas entre 16 y 18 años se consideran menores responsables, por lo que no suele hacerse. En las menores de 15 años, es el médico quien decide", añade.