Alonso alega que el suelo de El Boulevard "nunca" llegó a ser del Ayuntamiento

El alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, salió ayer al paso de las críticas de la oposición por la venta del centro comercial El Boulevard a la entidad financiera holandesa ING a los tres meses de su inauguración, alegando que el suelo que ocupa "nunca" llegó a ser de propiedad municipal. Alonso basa su argumento en que los terrenos figuraron en el registro a nombre de Sidenor, a pesar del acuerdo de venta suscrito por esta empresa con el Ayuntamiento.

Los promotores de El Boulevard -Eroski, una filial de la propia ING y una agrupación de 90 minoristas locales avalados por la Caja Vital- han cerrado un acuerdo de venta, aunque aún no han firmado las escrituras. Las dos principales polémicas que han surgido en torno a la operación estriban en si el suelo llegó a ser municipal en su momento y en la forma de adjudicar los terrenos a los promotores por parte del Ayuntamiento, que lo hizo directamente y sin el preceptivo concurso abierto que exige la ley.

El origen de El Boulevard se remonta a 1998, cuando el entonces alcalde de Vitoria, José Ángel Cuerda (PNV), formalizó un contrato de compra-venta con el dueño del solar Sidenor, por 2.664 millones de las antiguas pesetas. El objetivo era desmantelar la acería que Sidenor poseía en ese solar y que se había convertido en el elemento más contaminante de la ciudad. El destino final del suelo estaba por decidir, pero Cuerda rechazaba la implantación de un macrocentro comercial. Los terrenos (132.000 metros cuadrados en total) se entregarían en tres veces y el pago también se efectuaría de forma escalonada. Como primer pago, el Ayuntamiento adelantó a Sidenor cerca de 466 millones de pesetas (un 19% del total) por uno de los tres sectores del solar.

La llegada de Alfonso Alonso a la alcaldía alteró las previsiones. Con el argumento de proteger al pequeño comercio local, Alonso y el resto de los partidos acordaron destinar el solar al proyecto de El Boulevard, promovido por Eroski, ING y los minoristas. Los obstáculos legales a una adjudicación directa se salvaron con un nuevo convenio, por el que los terrenos volvían a Sidenor y era la siderúrgica quien los vendía a los promotores. Basándose en estas peripecias, Alonso sostiene que el suelo "nunca" llegó a ser propiedad municipal, porque "ni se han entregado los terrenos ni se ha abonado el precio de los mismos". Una sentencia judicial esgrimida por el alcalde indica que cuando se acordó la aprobación del segundo convenio, el que facilitaba el suelo a los promotores, los terrenos figuraban en el registro de la propiedad inmobiliaria a nombre de Sidenor.

Sin embargo, expertos jurídicos consultados por este periódico mantienen que desde el momento en que el Ayuntamiento firmó en 1998 el convenio sobre los terrenos y el precio a pagar con Sidenor se convirtió en propietario pleno. En el derecho contractual se habla de "perfeccionamiento" y "consumación del contrato". El ex alcalde Cuerda, quien firmó el contrato de compra-venta con Sidenor, asegura que "el contrato se perfeccionó desde el momento en que se llegó a un acuerdo. A partir de ahí, el terreno es público a todos los efectos". "Luego viene la consumación, cuando se entrega y se paga todo. El contrato puede consumarse al cabo del tiempo que sea. Lo del registro sólo es declarativo".