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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Chipre unido

La perspectiva de ingreso de Chipre en la Unión Europea el próximo 1º de mayo, y los esfuerzos del secretario general de la ONU, han obrado el esperado milagro: las dos partes de la isla han llegado a un acuerdo político de reunificación bajo un sistema federal. En caso de que las partes no ultimen a tiempo el acuerdo, Kofi Annan cuenta con poderes para someter el texto que considere a refrendo en ambas comunidades el 21 de abril, a nueve días del ingreso en la UE, cuando habrán quedado atrás las elecciones generales en Grecia y las municipales en Turquía. De ahí que haya declarado que la solución está "al alcance de la mano".

En Nueva York se dio ayer un gran paso para superar uno de los últimos muros de separación del mundo, en Nicosia. Si, como es de esperar, se completa el acuerdo y se ratifica en sendas consultas populares, la Unión Europea se habrá ahorrado el enorme problema que supondría importar, con la incorporación sólo de la parte grecochipriota, un conflicto abierto.

Las bases del acuerdo alcanzado tras tres jornadas de intensas negociaciones por el presidente grecochipriota, Papadopoulos, y el turcochipriota (sólo reconocido por Ankara), Denktas, conducen a un Estado federal, con muy amplia autonomía en educación, cultura y economía para cada una de las comunidades, y unos reajustes territoriales que correrán en detrimento de los turcochipriotas, por lo que conllevarán indemnizaciones y compensaciones. La política exterior y de defensa estará en manos del Gobierno federal, y se garantizará la libertad total de movimientos internos. Denktas ha pedido unas excepciones en la Constitución europea en elaboración para garantizar esa autonomía. Sólo son aceptables en la medida en que sirvan a este proceso de unificación, y no como precedente para otras aventuras.

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Si el acuerdo se logra, será también gracias a la presión ejercida no sólo por Grecia, sino también por Turquía, que habrá de retirar a los 30.000 soldados que tiene en la isla que invadió casi 30 años atrás. Esta actitud turca era una condición exigida a Ankara para contemplar su solicitud de ingreso en la UE, a la que los 25 han de dar en diciembre próximo una respuesta, cada vez más difícil de negar ante su actitud constructiva, el peso que ha ganado en la zona y el ejemplo para el conjunto del mundo musulmán que significa el gobierno democrático de mayoría islamista.

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