Irresponsabilidad

El más elemental sentido ético nos informa de que cada persona es responsable de aquello que decide, de aquello que hace y de las consecuencias que lo uno y lo otro puede desencadenar. Me pregunto si los dirigentes del PP son de otra galaxia. En su día decidieron y actuaron en apoyo a la guerra de Irak, secundando a Bush, y Blair, en contra del parecer de una mayoría internacional que era partidaria de prolongar las inspecciones en Irak para desvelar si Sadam Husein tenía, en efecto, armas de destrucción masiva.

El resultado de dicha decisión y actuación son centenares de muertos, un país derrumbado, física, moral y políticamente y la ausencia total de armas de destrucción masiva... Las muertes absurdas sencillamente son injustificables... Por eso ha llegado la hora de que el PP busque un chivo expiatorio de su responsabilidad en la guerra, ese chivo se llama EE UU, Gran Bretaña, y unos criptoinformes que en España no podemos investigar porque nos fiamos de los que EE UU y Gran Bretaña nos ha dicho en su día... Es decir, decidimos y actuamos por nuestra cuenta pero delegamos la responsabilidad de nuestras decisiones y acciones en otros...

Pero este tipo de actuación no sólo se produce a un nivel macropolítico, también se produce a un nivel micropolítico. Todos los que hemos sufrido la pérdida de un familiar militar fallecido en el accidente del Yak-42 hemos constatado atónitos cómo quien obligó a nuestros militares en contra de su voluntad a subir a un avión que calificaron de "tartana", con una tripulación ebria, tras el accidente, trataron de obligarnos a reclamar a la Compañía Aérea UM AIR, que dicho sea de paso, poco le importaba que los militares se subiesen o no al avión. UM AIR, otro chivo expiatorio más de unos dirigentes políticos de otra galaxia que deciden, pero no son responsables.

Con todas estas almas gritando desde sus tumbas justicia lo que más le preocupa a Zaplana es que Maragall opina diferente de Ibarra y Chaves respecto a la reunión que Carod-Rovira ha mantenido con ETA con el propósito ingenuo de que dejasen las armas y como él reivindicasen sus derechos por la vía del diálogo. Como ciudadano, cuánto lamento que ni Bush, ni Blair, ni Aznar se hallan entrevistado con Sadam para saber si tenía o no armas. Mejor dicho, para ellos no fue necesario el diálogo porque los terroristas los deciden a dedo y a su antojo. Pero en España no pasa nada.