_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El nombre del padre

Cuando fui a inscribir a mi hijo declarándome madre soltera en el Registro Civil, me dijeron que el artículo 191 del Reglamento me obliga a rellenar la casilla correspondiente a "padre" para identificar a mi hijo. Como por lo visto el Reglamento no es capaz de respetar -porque le parece contrario a las leyes de la naturaleza y a las de la justicia- mi voluntad de tener un hijo en soledad, se me exigió vehementemente que me inventase un padre fantasma -o, si lo prefieren, de postizo- para que yo no fuese una vergonzante madre soltera y mi hijo no sufriese los horribles traumas propios de esa aberrante coyuntura al enseñar su carné de identidad cuando se lo pidiesen las cajeras del supermercado para validar su tarjeta de crédito. ¡Qué dirían las pobres al no encontrar el nombre del padre! ¡Oh, tiempos! ¡Oh, costumbres!

Como yo tampoco quería estigmatizar a mi pequeño, barajé nombres que me gustasen desde siempre, para rellenar la casilla y desembarazar a mi hijo de su tara legal. Por ejemplo, para que me entiendan: "Nombre del padre: Elvis Presley". No obstante, después de mucho reflexionar, consideré que no todo el mundo cree que Elvis Presley sigue vivo, así que, consternada, me vi en la obligación de estrujarme los sesos buscando otro nombre que calmase a los encargados. Desde luego, quedaban excluidos, por similares razones, Rodolfo Valentino, Carlos Gardel o Humphrey Bogart. Algunas debilidades onomásticas, como Brad Pitt o Benicio Del Toro, se me antojaban -no sé, ufana que es una- que se me quedaban cortas, y, por otro lado -aunque confieso que estuve tentada durante un rato- quedaba absolutamente descartado Batman, a pesar de que en una de las entregas de la serie lo interpretase George Clooney.

Cansada ya de tanto meditar, resolví que no quería que mi retoño resultase ser hijo de ningún famoso, porque luego eso pesa mucho en la psicología del individuo, y además no estaba totalmente segura de que fuera peor el remedio que la enfermedad; es decir, que las cajeras del supermercado, los bancarios, los funcionarios de Hacienda, y la propia policía, por ejemplo, no se tomasen demasiado en serio a mi hijo, o que, muy por el contrario, se pusiesen todos a chillar, víctimas de la histeria cual enloquecidos superfans.

Y aquí me tienen, buscando todavía un nombre para su padre. ¿No se les ocurre nada, ni el suyo propio? Pues no se devanen los sesos, que la cosa no tiene mayor importancia. Ya se sabe: hijo no hay más que uno, pero al padre lo encontré en el listín telefónico. ¡Y a dedo!

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_