Arco acoge a Bitforms New York, primera galería especializada en 'software art'
"Nuestra labor principal ha sido destruir el mito de que el arte digital no se pueden vender y tranquilizar a los coleccionistas respecto a las posibles falsificaciones", afirma el propietario de la galería, Steve Sacks.
"Bitforms explora los diferentes campos del arte digital con el objetivo de definir nuevas categorías de obras, que interpretan, manipulan y visualizan la información y las ideas de una forma innovadora. Nuestro programa se resume en dos palabras: conciencia digital". Éste es el mensaje de Steve Sacks, descendiente de una familia de galeristas y marchantes de arte, y propietario de Bitforms New York, galería inaugurada en 2002 y considerada la primera del mundo concebida y construida para exponer exclusivamente arte digital y en especial software art.
Bitforms es la estrella de Complex Projects, una propuesta de Myriam Solar para Futuribles, una de las secciones de Arco, la principal feria de arte contemporáneo de España, que permanece abierta en Madrid desde hoy hasta el próximo lunes.
Bitforms presenta las fotografías de cyborgs de Michael Najar (en edición de seis ejemplares a 5.000 euros) y las permutaciones de las animaciones seudocientíficas de Michael Rees, que dan lugar a esculturas digitales cuyas partes se integran como si se tratara de organismos biológicos en evolución.
Las esculturas se venden a 5.200 euros. El software para realizar las animaciones sale por 4.000 euros, con una edición de 10 copias numeradas.
Sacks expone también Inter-view, una videoinstalación reactiva de Lincoln Schatz (edición de tres ejemplares a 34.000 euros cada una y de copias a 8.000 euros).
La obra se conforma con cuatro pantallas y otras tantas cámaras digitales que recogen en tiempo real las imágenes de la feria y las interacciones de los visitantes. "Tras haber sido procesadas y manipuladas por un programa creado por el artista, las imágenes son proyectadas en capas superpuestas, con lo que se genera una colisión dinámica entre pasado y presente", explica Sacks.
El galerista norteamericano pone a la venta obras de software art de Golan Levin y Mark Napier, en edición limitada (de 10 a 200 copias, a partir de 800 euros), firmadas y numeradas. "Nuestra labor principal ha sido destruir el mito de que el arte digital no se pueden vender y tranquilizar a los coleccionistas respecto a las posibles falsificaciones", afirma.
La presencia de obras realizadas con técnicas digitales, especialmente fotografías y vídeos, abunda en un gran numero de galerías. Sin embargo, algunas van más allá.
OMR, de Ciudad de México, expone dos obras de Rafael Lozano-Hemmer: 33 preguntas por minuto, una instalación interactiva con 21 pantallas de cristal líquido (32.200 euros), y 1.000 usos tópicos, ocho fotomontajes diferentes acompañados por un DVD (ediciones de tres copias a 3.000 euros).
Junto a una amplia selección de vídeos modificados digitalmente, la Galería Vanguardia de Bilbao presenta los visuales del proyecto de streaming art de Iván Marino Death's dream kingdom (edición de cinco copias a 3.000 euros) e In the dark, de Ricardo Iglesias (entre 7.000 y 10.000 euros), una instalación formada por una serie de maniquíes dotados de una cámara de vídeo oculta, acoplada en uno de sus ojos, que registra en directo las acciones que se realizan en su radio de visión y las retransmite a través de Internet después de que un programa las ha convertido en caracteres ASCII.
Filomena Soares expondrá Gravedad cero, instalación de Daniel Canogar realizada con fibra óptica e imágenes digitales que explora el fenómeno de la ingravidez como metáfora de comportamientos sociales.[En EL PAÍS digital se ha actualizado el especial sobre la historia del net.art de acceso abierto con un apartado especial sobre el arte digital inspirado por Google]
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