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El Supremo israelí estudia alegaciones contra el trazado del muro

El Tribunal Supremo de Israel escuchó ayer las alegaciones contra la barrera de separación de Cisjordania que han sido interpuestas por dos organizaciones locales de derechos humanos. Encabezado por su presidente, Aarón Barak, un tribunal de tres jueces examinó las quejas presentadas por la Asociación de Derechos Civiles en Israel (ACRI, en sus siglas en inglés) y por Hamoked en contra no del proyecto en sí mismo, sino de su trazado. Según el abogado que actuó en representación del Gobierno, Michael Blass, el Ejecutivo incluso "podría reconsiderar la ruta de los tramos ya construidos" en el caso de que causen un impacto muy negativo sobre la población civil palestina.

"Estamos aprendiendo de las lecciones obtenidas a partir de la construcción de las secciones previas de la valla, que es algo dinámico", señaló este abogado ante el tribunal. Según la argumentación expuesta, Israel hará lo posible por minimizar los efectos negativos que está generando el proyecto. A pesar de estas declaraciones de buenas intenciones, los representantes de las ONG se mostraron escépticos respecto de las verdaderas intenciones del Gobierno, pues los tramos construidos ya han llevado a la anexión de facto de una importante cantidad de terrenos de cultivo y acuíferos subterráneos.

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"Hemos pedido al Supremo que aclare al Gobierno que el proyecto no puede llevarse a cabo dentro de territorio ocupado sin que esto suponga una violación del Derecho internacional", comentó el representante de Hamoked a la salida de la audiencia, que duró dos horas.

El tribunal confirmó después que estudiará las alegaciones, pero evitó dar una fecha para pronunciarse al respecto. De esta forma los jueces parecen no querer influir sobre la opinión que el 23 de febrero ha de dar el Tribunal Internacional de La Haya.

Moción de confianza

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El primer ministro israelí, Ariel Sharon, superó ayer una moción de confianza en el Parlamento, aunque afronta una situación delicada por la actitud de diputados opuestos a su plan para evacuar los asentamientos judíos en la franja de Gaza. La coalición que respalda a Sharon dispone de 68 escaños sobre un total de 120 miembros del Parlamento israelí, aunque las divisiones sobre la política de asentamientos pueden debilitar la posición del primer ministro.

Ariel Sharon tenía previsto ayer someterse a una intervención de cálculos en las vías urinarias, según informaron fuentes del Gobierno a la agencia Efe. Hasta la fecha nunca se había informado de que el primer ministro israelí, que tiene 74 años, hubiera padecido esos problemas de salud. Al parecer, los cálculos en las vías urinarias le fueron descubiertos durante una revisión de rutina. La operación consistirá en deshacer mecánicamente los cálculos y el primer ministro tiene previsto retirarse a descansar a su finca.

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