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El PP amenaza con bloquear en el Congreso de los Diputados la reforma del Estatuto catalán

Piqué reprocha que se use esta "arma electoral arrojadiza" en vez de esperar al 15 de marzo

El PP advirtió ayer de que si tiene mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados bloqueará la reforma del Estatuto catalán, aunque ésta salga adelante en Cataluña con el apoyo de todos los partidos menos el PP. "Si el PP tiene la mayoría en las Cortes Generales, no se aprobaría esta reforma del Estatuto", zanjó Gabriel Elorriaga, jefe de campaña del PP y secretario de Estado de Organización Territorial. Una reforma estatutaria requiere, después de ser aprobada en la comunidad autónoma, el respaldo de la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados.

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"Afirmamos categóricamente que nos vamos a oponer a cualquier reforma estatutaria que no cuente con un grado de consenso como el que ha permitido la aprobación y la reforma de los Estatutos de autonomía vigentes", declaró ayer en conferencia de prensa Gabriel Elorriaga cuando se le preguntó si el Partido Popular contempla la reforma de los Estatutos de autonomía dentro de su programa electoral. Después, a otra pregunta sobre la reforma del estatuto catalán, descartó rotundamente que pueda ser aprobado en el Congreso.

Ese consenso, según Elorriaga, ha sumado siempre, al menos, a los dos principales partidos de ámbito nacional: el PP y el PSOE. "Todos los estatutos de autonomía vigentes y todas sus reformas han estado siempre aprobados con el absoluto acuerdo de los dos principales partidos nacionales: el PSOE y el PP. Y en su mayor parte, además, con el apoyo de las fuerzas regionales que en cada caso pudieran existir", enfatizó Elorriaga.

El problema es que ese consenso ignora que la reforma del Estatuto catalán podría contar con el respaldo de cerca del 90% de los votos en Cataluña si sólo se opone allí el PP.

En concreto, el PP catalán obtuvo el 11,87% de los votos en las últimas elecciones autonómicas, lo que le permite tener allí 15 escaños y ser la cuarta fuerza política. En las últimas elecciones generales, de marzo de 2000, sin embargo, el PP logró en Cataluña el 22,79% de los sufragios y un total de 12 diputados en el Congreso. Pero aunque todos los diputados menos los del PP catalán respaldaran esa reforma del Estatuto, la reforma no podría salir adelante porque en Madrid chocaría con la mayoría absoluta del PP.

"Debatir en abstracto"

Elorriaga subrayó que la negativa del PP no es a debatir "en abstracto" las reformas estatutarias. "Algunos estatutos han sido reformados cuatro o cinco veces, y durante el mandato del PP se han aprobado más de 11 reformas de los Estatutos de Autonomía", recordó. "Lo que sí estamos afirmando y aparecerá en el programa electoral es que las reformas que se puedan producir tienen que estar presididas por el mismo espíritu de consenso que ha presidido las reformas del pasado", es decir, un acuerdo previo entre el PP y el PSOE en Madrid.

Los populares, además, consideran que la posición del PSC está cada día más alejada de lo que siempre ha mantenido el PSOE y que, además, el respaldo de la dirección socialista a todas las reclamaciones del presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, entrará en crisis tras las elecciones generales del 14 de marzo.

El PP catalán intenta retrasar este debate a después de las elecciones. Josep Piqué, su líder, aseguró ayer que "no es serio plantear una cuestión tan delicada a 33 días de las elecciones". A su juicio, el "enfrentamiento" político lógico de toda campaña electoral imposibilita siquiera "buscar" el consenso mínimo para sentarse a discutir esta reforma. Según Piqué, sacar ahora este debate "equivale a convertir el Estatuto catalán en arma arrojadiza contra el PP" en el conjunto de España.

Elorriaga, mientras, acusó al PSOE de este cambio de estrategia política. "Lo que diferencia la etapa actual de las anteriores es que el PSOE ha prescindido de los que ha sido la pauta de actuación política de los últimos 25 años: primero alcanzar un acuerdo político de consenso y después abordar el camino de las reformas estatutarias", aseguró.

La reforma del estatuto de Cataluña podría permitir, en principio, una modificación a la baja si así se logra ese consenso en el Congreso de los Diputados. En principio, la reforma estatutaria aprobada por un parlamento autónomo puede ser enmendada en las Cortes Generales pero requiere después su vuelta al parlamento autónomo para que éste respalde o no esas enmiendas.

De entrada, Elorriaga negó la posibilidad siquiera de esas enminedas: "Nos parece perfectamente legítimo que el PSOE proponga las reformas que estime oportunas pero no obstante esto no ignora en nada la legitimidad del PP, si tiene la mayoría suficiente, para dar su opinión con la mayoría que le den los ciudadanos en las Cortes Generales". Y esa opinión sería, en todo caso, de rechazo de esa reforma.

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