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El 'plan Ibarretxe' inicia su debate con Batasuna como único apoyo posible

El grupo de Arnaldo Otegi es el único de la oposición que presenta enmiendas parciales

El plazo para la presentación de enmiendas al plan Ibarretxe en la Cámara vasca termina hoy, tras dos prórrogas pedidas por el Gobierno tripartito (PNV, EA e EB-IU), y el texto queda en condiciones de iniciar el debate en comisión. El PSE, el PP y Sozialista Abertzaleak (SA), grupo de la ilegalizada Batasuna, han presentado enmiendas a la totalidad. Pero mientras los dos primeros piden sin más la devolución del proyecto y no presentan enmiendas parciales, la formación que lidera Arnaldo Otegi sí lo hace. Así, las expectativas de acuerdo quedan reducidas a los tres grupos del Gobierno y SA.

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El plan Ibarretxe afronta tres enmiendas a la totalidad, de PP, PSE y SA, 69 parciales de IU y 17 del propio PNV. Todo hace presagiar que el debate del articulado lo será más entre los socios del propio Gobierno, que ya están de acuerdo teóricamente en la iniciativa, que entre éste y la oposición, con la salvedad de SA, que presenta hoy, en el último día de plazo, sus enmiendas parciales. La tramitación discurre lenta, ya que Ibarretxe ha optado por hacer tiempo hasta ver si la nueva relación de fuerzas en el Congreso de los Diputados que fijen las elecciones generales del 14-M permitirá algún juego a los nacionalistas o no.

La Mesa de la Cámara vasca debe calificar ahora las enmiendas y decidir si considera como enmienda a la totalidad la de Sozialista Abertzaleak, que ni pide la devolución del proyecto ni presenta texto alternativo que pueda considerarse como tal, ya que carece de articulado. De ser así, sus parlamentarios deberían unir sus votos a los de PP y PSE en la votación de devolución del proyecto, con lo que el debate habría acabado ahí, en las enmiendas a la totalidad.

Los radicales, sin embargo, prefieren dejar correr la bola y mostrar al Gobierno de Juan José Ibarretxe su mejor cara y disposición a un acuerdo, dentro de la pugna que libran por un espacio electoral. Son el único apoyo con el que Ibarretxe puede aspirar a contar para sacar adelante su plan soberanista.

La tramitación va lenta, ya que el Ejecutivo tripartito no tiene interés en acelerar el debate: no al menos hasta después de ver si las elecciones del 14 de marzo abren o no expectativas distintas en el juego parlamentario, en función de que exista o no mayoría absoluta en el Congreso. Con ese dato en la mano, Ibarretxe fijará su calendario definitivo, en el que no se descarta un adelanto de las elecciones vascas.

La iniciativa entró en la Cámara autónoma el 25 de octubre y cuatro meses después apenas se ha movido. Del proyecto está cuestionado todo, desde su contenido hasta su calificación por la Mesa del Parlamento, pasando por su denominación, ya que no se trata de un proyecto de ley, en contra de lo que inicialmente anunció el propio lehendakari. Esto ha evitado la entrega a la Cámara de Vitoria de los informes de legalidad que deben acompañar a todo proyecto y que, al parecer, no existen.

La denominación formal del plan es la de "propuesta", aunque sí se le aplicará la tramitación que ordinariamente se da a los proyectos de ley, ya que los grupos del tripartito optaron finalmente por evitar un nuevo choque con la oposición y renunciaron a establecer el procedimiento ad hoc que quería Ibarretxe.

La tramitación estuvo suspendida en noviembre, tras cuestionar el PSE su calificación por la Mesa, y cuando se reanudó los grupos del tripartito pidieron por dos veces ampliación del plazo de enmiendas, dilatado hasta hoy. El debate en comisión, para el que es previsible la constitución de una ponencia, se verá también cortado por la campaña electoral, con lo que no arrancará realmente hasta abril y podría incluso continuar después del verano.

Esto último dependerá de los plazos que Ibarretxe quiera darse, una vez visto el resultado de las elecciones generales y de otras circunstancias, como el pronunciamiento del Tribunal Constitucional sobre su plan o un eventual procesamiento del presidente del Parlamento, Juan María Atutxa.

Imaz y Atutxa aplaudían ayer en Bilbao al líder de las juventudes del PNV, Zigor Urkiaga (segundo a la izquierda).
Imaz y Atutxa aplaudían ayer en Bilbao al líder de las juventudes del PNV, Zigor Urkiaga (segundo a la izquierda).L. A. GARCÍA

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