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UN PROYECTO EUROPEO

Grecia es una nube de humo

Portugal tiene menos fumadores que España pese al precio económico de sus cajetillas

Fuma el norte y fuma el sur. No hay un patrón claro que diferencie las dos regiones de la UE, como prueba el Eurobarómetro de noviembre de 2003. En España el precio medio de la cajetilla -unos dos euros- es muy bajo comparado con el del resto de Europa. Lo mismo pasa en Grecia y Portugal.

Pero se da la paradoja de que Portugal, donde la cajetilla es la más económica de la UE, es uno de los países en los que menos se fuma: los consumidores son el 29,3% de la población frente a casi 40% de media de los Quince. Los estudios portugueses indican que la cifra de fumadores reales es aún menor, rondando el 19%, porque a las cifras oficiales se han sumado los fumadores ocasionales. El 55,6% de los portugueses nunca ha fumado y el Consejo de Prevención de Tabaquismo destaca que dejan de fumar a los 35 años, de media, "por razones preventivas y no porque estén enfermos". Desde 1982, una ley, que se adelantó a su tiempo, prohíbe la publicidad, así como que se fume en los locales públicos. Los activistas antitabaco reconocen la repercusión de las medidas, pero lamentan que no se respeten lo suficiente.

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La fotografía es algo más borrosa en España. El paquete de rubio cuesta unos 2,50 euros en los estancos, muy por debajo de la media europea. Este es el caballo de batalla entre los que defienden, con datos del Ministerio de Economía y de la Organización Mundial de la Salud, que el consumo caería si el precio subiera por encima de los tres euros. Un 31% de los españoles mayores de 16 años fuma, una proporción que ha bajado siete puntos desde 1997.

Las dictaduras de España y Portugal, que duraron hasta los años setenta, tuvieron dos efectos. Por un lado, el consumo de tabaco inclinaba la balanza hacia los hombres, que fumaban más, porque este hábito estuvo socialmente penalizado en la mujer. Por otro, aquellas prohibiciones acabaron estimulando el consumo femenino ya en el ocaso de esos regímenes. "Fumar era un signo de libertad y rebeldía, que la industria tabacalera supo aprovechar", lamenta el presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, Rodrigo Córdoba. Ahora, en algunos tramos de edad, como el fin de la adolescencia, ellas fuman más.

En España la producción de tabaco suponía en el siglo XIX el 16% del PIB, y hoy es de menos del 1%. En España hay tantos bares como en más de media de Europa: uno por cada 160 habitantes, "poderoso caldo de cultivo de socialización y de adicciones como la del tabaco", dice Córdoba, que afirma que España es el "país más permisivo y menos regulado en la publicidad de cigarrillos".

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Pero Grecia es el verdadero paraíso de los fumadores, porque allí donde se mire habrá un griego pegado a su cigarro. Sin subidas en el precio en los últimos años y con algo más de un 44% de población fumadora, las estadísticas revelan que Grecia es el primer país de Europa y el tercero del mundo (detrás de Chipre y Cuba) en porcentaje de fumadores. Según datos de la Asociación Griega contra el Cáncer, casi la mitad de los hombres y un tercio de mujeres fuman habitualmente. Empiezan jóvenes, más del 80% a los 12 años, y los médicos y los maestros son las profesiones con más fumadores.

El Gobierno griego, que el año pasado firmó, junto con otros 28 países, el Convenio Internacional contra el Tabaco, auspiciado por la OMS, trata de combatir el problema. En 2002 se prohibió fumar en todos los edificios de la Administración pública, incluidos hospitales y escuelas, así como en el transporte. Pero la publicidad en la calle no ha desaparecido y es frecuente ver autobuses forrados de una marca de cigarrillos.

El precio medio de la cajetilla, que no llega a los dos euros, es, junto con el de Portugal, el más bajo de toda la Unión Europea. Con 40.000 toneladas al año, Grecia es, además, el primer productor europeo de tabaco y su población se muestra orgullosa de ello.

Esta información ha sido elaborada por Margarida Pinto, Lisboa; Noelia Román, Atenas, y Carmen Morán, Madrid.

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