Sharon va de rebajas

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, va en serio. La decisión de evacuar la práctica totalidad de la franja de Gaza -17 colonias de 21- es, técnicamente, una concesión, puesto que no pide nada a cambio; pero, sobre todo, es el movimiento de un peón que conviene a su idea de separación unilateral de israelíes y palestinos mediante la construcción de un muro.

La ocupación israelí cubre cerca de un tercio de la pequeña banda costera de 440 kilómetros cuadrados, pero obliga a distraer importantes contingentes militares para proteger a 7.500 colonos, cuya mudanza permitiría recortar la longitud del muro con el que Sharon quiere bloquear el paso al terrorismo palestino y que ya cuenta con unos 750 kilómetros. Pero el anuncio es positivo, cualesquiera que sean los motivos del primer ministro, y así lo entiende su homólogo palestino, Ahmed Qurei, a la espera de reunirse con el israelí para hablar de lo que pueda haber después de Gaza.

No faltan, sin embargo, dificultades para que Sharon pueda llevar a cabo su propósito. Diez diputados de su partido, el Likud, han anunciado que abandonarán al Gobierno, y varios ministros de partidos religiosos amenazan hacer otro tanto si la idea prospera. No es de extrañar, puesto que hace unos años era Sharon quien exhortaba a los colonos a "ocupar todas las cimas que pudieran", mientras un Gobierno laborista negociaba la paz con la Autoridad Palestina.

El líder israelí cuenta con el apoyo de la oposición, también del laborismo, para tapar los huecos de los que le abandonen, y, para cargarse de razón, afirma que convocará un referéndum sobre la retirada, que ganaría con seguridad, puesto que siempre ha habido poco apego de la opinión en general a mantenerse en la franja.

El problema mayor lo puede tener Sharon con la investigación sobre el posible cobro de comisiones para financiar sus campañas, asunto sobre el que fue interrogado ayer por segunda vez. Si hubiera procesamiento, el primer ministro tendría que resignarse a convocar elecciones anticipadas. Quienes le acusan de traición por la evacuación de Gaza sostienen que con este plan trata de tapar las pesquisas policiales.

Evacuar Gaza es un paso positivo, pero hay que recordar que es sólo parte de un plan que los palestinos juzgan inaceptable, ya que limita la retirada a menos de la mitad de los territorios ocupados. Y ceder la franja reforzaría ese plan de mínimos, pero también podría alejar a las partes de un verdadero acuerdo de paz.