El BCE mantiene el precio del dinero al 2% y no ve "nuevos riesgos" en el crecimiento
El Banco Central Europeo (BCE) sigue preocupado por los "excesivos movimientos de los tipos de cambio", pero considera que "no existen nuevos riesgos" para el crecimiento en la zona euro, según afirmó ayer en Francfort su presidente, Jean-Claude Trichet. Tal y como estaba previsto, la autoridad monetaria dejó en un 2% los tipos de interés en la zona euro y no dio indicación alguna sobre eventuales modificaciones en el precio del dinero a lo largo de los próximos meses. Trichet asistirá hoy en Boca Ratón (Florida, EE UU) a la reunión de los ministros de Finanzas y banqueros centrales de los siete países más industrializados (G-7).
Si de Europa se tratase, de la reunión en Florida debería salir un claro pronunciamiento en contra de la continuada depreciación del dólar, pero el secretario del Tesoro estadounidense, John Snow, ya ha dejado entrever que Washington prefiere no entrometerse en los mercados de divisas. "Nuestra posición es clara. Todos tenemos que hacer nuestras tareas. No diré más en vísperas de la reunión del G-7", dijo ayer Trichet en la mensual rueda de prensa posterior al consejo de gobierno de la autoridad monetaria.
El presidente del BCE volvió a subrayar la necesidad de garantizar la "estabilidad" de los tipos de cambio y reiteró su "preocupación por movimientos excesivos" en el mercado de divisas. En parte, los actuales tipos de cambio se explican por los gigantescos déficit fiscales y por cuenta corriente que acumula EE UU. "Desequilibrios" como éste, a largo plazo, pueden repercutir sobre la "sostenibilidad del crecimiento global", recordó Trichet.
Creciente inquietud
El BCE comenzó a criticar la apreciación del euro frente al dólar hace un mes y desde entonces paulatinamente ha subido el tono de sus pronunciamientos. El pasado 12 de enero, Trichet incluso llegó a condenar lo que llamó "bruscos movimientos" en los mercados de divisas. Junto a un comunicado conjunto con los ministros de Finanzas de la zona euro y la Comisión Europea, estas intervenciones verbales han surtido efecto. Al menos hasta que se conozca el desenlace de la reunión del G-7, el euro ha dejado de revalorizarse frente al dólar. Una nueva aceleración sería perjudicial para los exportadores y, por extensión, para toda la economía europea.
Pero aún no se ha llegado a este punto, según Trichet, quien volvió a recordar que la economía europea se sigue recuperando, aunque de manera más lenta de lo esperado. Sobre todo resulta esperanzador el aumento de la demanda externa, que hasta la fecha compensa la apreciación del euro. En parte gracias a que los productos importados resultan más baratos debido a la fortaleza del euro, también los precios son estables, con una inflación que en diciembre y enero se situó en el 2%, sólo mínimamente por encima de lo que pretende el BCE.
Trichet no dio ninguna indicación de qué rumbo tomará la política monetaria en los próximos meses. La mayoría de los analistas prevé que el tipo director de interés se mantendrá en el 2% hasta, al menos, otoño próximo.
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