La ministra justifica el trasvase por la falta de agua en Cataluña

La ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, defendió ayer en Barcelona el trasvase del Ebro con el argumento de que uno de sus objetivos es paliar el déficit hídrico de las cuencas internas de Cataluña. A la ministra, que participó en el foro Tribuna Barcelona, le contestó el consejero de Medio Ambiente de la Generalitat, Salvador Milà (ICV), quien aseguró que Cataluña puede cubrir sus necesidades de agua "sin necesidad del trasvase" y acusó al PP de usar el proyecto con fines electoralistas.

La ministra intentó justificar la necesidad del polémico trasvase del Ebro alegando que es beneficioso para Cataluña, ante un auditorio en el que estaban presentes miembros del Gobierno de la Generalitat, alcaldes de los municipios afectados por el trasvase y los principales dirigentes del PP en Cataluña, que fueron abucheados por miembros de la plataforma contraria al Plan Hidrológico Nacional (PHN) ante la puerta del hotel Ritz, donde se celebraba el debate.

Rodríguez recordó que el anterior Gobierno de la Generalitat ya reconoció el "déficit hídrico de las cuencas internas de Cataluña". La ministra también destacó que el ramal norte del trasvase del Ebro permitirá abastecer de agua de calidad al área metropolitana de Barcelona. "Es intolerable", dijo la ministra, "que el 75% de la población (de Barcelona y su área de influencia) no utilicen el agua del grifo para beber ni para cocinar", lo que, agregó, supone para las familias un gasto medio de "600 euros anuales en agua embotellada".

La titular de Medio Ambiente recriminó al nuevo Gobierno de la Generalitat su oposición al trasvase y recordó que "la bandera de la falta de agua en Cataluña ha estado en el programa político del PSC hasta hace cuatro días". Asimismo reprochó a quienes se oponen al trasvase que "no presenten ninguna alternativa, más allá de propuestas genéricas de mayor ahorro" de agua, "ampliamente superadas por el PHN".

La ministra también aludió al nuevo Gobierno catalán para pedirle que "no eche por la borda los trabajos realizados" para proteger el delta del Ebro, tras recordar que la anterior Generalitat bloqueó el plan integral para la protección de esta zona. La ministra consideró que el delta es hoy un "enfermo con pronóstico muy grave", aunque subrayó que los problemas de "regresión" que sufre no se deben al trasvase "por mucho que se empeñen algunos en decirlo", sino a la construcción de embalses a lo largo del río en las décadas de 1960 y 1970.

Las declaraciones de la ministra fueron duramente contestadas tras el debate por el consejero de Medio Ambiente de la Generalitat, Salvador Milà, quien sentenció que Cataluña "puede tener cubiertas sus necesidades de agua con una buena planificación y sin el trasvase". Milà anunció que en la reunión que celebrará mañana con la ministra planteará "la conveniencia" de que no se inicien los trabajos en los puntos donde ya se han comenzado los trámites de expropiación de terrenos afectados. El consejero afirmó que la Generalitat es la primera interesada en que se invierta en el delta, pero "sin tener que pagar el peaje del trasvase", e insinuó que la "precipitación" del Gobierno estatal al querer iniciar las obras de forma inmediata y sin tener todavía asegurada la financiación de la Unión Europea responde a motivos electoralistas.

En el mismo sentido se pronunció el portavoz de la Plataforma en Defensa del Ebro, Manolo Tomás, quien durante el turno de preguntas recordó que la ministra encabezará la candidatura del PP a las elecciones generales por Murcia y la acusó de utilizar el PHN para "sacar un rédito personal" para su campaña electoral.

Tras el debate, y ante los periodistas, la ministra reconoció que el PHN aporta votos. "Es cierto que nos da votos", admitió Rodríguez. "Si se lleva agua , apoyan a quien se la da", agregó.