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Repsol planea construir una central de ciclo combinado en Valdemingómez

Los ecologistas califican de "aberrante" el proyecto de la nueva planta eléctrica

Madrid se ha convertido en objetivo prioritario de las empresas eléctricas. La Comunidad es uno de los principales consumidores de energía de España; sin embargo, prácticamente no produce ni un solo megavatio. Por eso, las eléctricas preparan cinco proyectos de centrales térmicas de ciclo combinado (alimentadas por gas) para la región. El último conocido es el que Repsol proyecta en el municipio de Madrid, junto a la incineradora de Valdemingómez, en pleno Parque Regional del Sureste, y a 600 metros de las casas de Perales del Río (Getafe). Los ecologistas han puesto ya el grito en el cielo.

El nuevo proyecto, que ya ha sido entregado a diversas consejerías de la Comunidad de Madrid, incluye una central térmica de ciclo combinado de 1.200 megavatios. Este tipo de instalaciones, consideradas menos dañinas para el medioambiente que las centrales térmicas tradicionales, se abastecen de gas. Cuentan con dos turbinas, una de vapor y otra de gas, que aprovechan íntegramente el escape de la combustión, con lo que el rendimiento de la planta aumenta un 55% con respecto a las convencionales. No emiten dióxido de azufre (SO2), pero sí dióxido de carbono (CO2) y óxidos de nitrógeno (NOx).

La central proyectada se levantaría en una parcela llamada La Torrecilla. Tiene una extensión de 30 hectáreas y los terrenos son propiedad de la empresa Sufisa, que actualmente regenta en ese lugar una planta de desecación de lodos. Sufisa, aliada con la multinacional Repsol, quiere alimentar la planta con el gas procedente de un gasoducto en construcción. La central refrigeraría sus turbinas con el agua de la depuradora sur y del río Manzanares. Esta planta, según las estimaciones ecologistas, necesita unos 450 litros de agua por segundo para enfriar los generadores.

Modificar la ley

El proyecto de la central contempla levantarla en pleno Parque Regional del Sureste, en un área catalogada como zona E; es decir, no urbanizable y de especial protección. Por eso, para construir la planta térmica sería necesaria una modificación de la ley de creación del parque y la reducción de la protección existente sobre esta parcela.

Los promotores de la central proponen como solución que el terreno se convierta en zona G: de uso industrial. Para lograrlo han presentado el proyecto en diversas consejerías y necesitan, además, un cambio en el Plan General de Madrid, por lo que pronto -si no lo han hecho ya- tendrán que presentar también el proyecto en el Ayuntamiento de la capital, que es el órgano que tendría que comenzar la recalificación.

Un portavoz de Repsol manifestó ayer que "sólo se trata de un proyecto". "Estamos estudiando diversas ubicaciones y la de Valdemingómez es una más. Antes de tomar una decisión definitiva se pedirán los permisos correspondientes y se seguirán los trámites administrativos necesarios", añadió.

Repsol definió la central prevista como una "planta estándar" de 1.200 megavatios. Calculó su coste en unos 600 millones de euros. La multinacional declinó anunciar las otras ubicaciones posibles para la central de ciclo combinado en el caso de no poder levantarla en Valdemingómez.

Sin embargo, Francisco Castro, portavoz de Ecologistas en Acción, calificó de "absolutamente inadmisible" que se proponga la construcción de una central térmica de ciclo combinado en el término municipal de Madrid, "junto a la incineradora y a poca distancia de nucleos urbanos".

Cinco proyectos

Según Castro, "este caso es peor que los otros cinco proyectos en marcha en la Comunidad". "Es la primera vez que se quiere levantar junto a un núcleo urbano y en mitad de un parque regional". Ecologistas en Acción afirma que la central emitirá gases contaminantes. "Aproximadamente mil toneladas de óxido de nitrógeno en un año, a lo que habría que añadir los gases contaminantes de la incineradora de Valdemingómez", añadió.

Para Castro, "ambos focos contaminantes producirán sinergias, que combinadas agravarán la situación de la zona. Digamos que dos más dos no tienen por que ser, en este caso, cuatro, sino cinco o más". "Las zonas sur y este de Madrid son las más castigadas por la contaminación, por lo que esta planta producirá efectos nocivos graves y provocará un calentamiento de las aguas del río Manzanares, con las consecuencias medioambientales que eso conlleva", matiza.

Para los ecologistas es, además, "inaceptable" que se proponga modificar un parque regional para construir una central térmica. "Eso es sencillamente una aberración difícil de calificar", arguyen.

Actualmente, las empresas eléctricas tienen seis proyectos de centrales térmicas en estudio. Se ubicarán, en caso de construirse, en Morata de Tajuña (promovida por la compañía belga Electrabel), Fuentidueña de Tajo (Unión Fenosa), Villamanrique (Iberdrola), Pinto (Global-3) y Paracuellos del Jarama (Gas Natural). La aprobación de estas plantas depende del Gobierno central, aunque necesita el apoyo municipal y regional.

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