Los ingresos por turismo superaron el pasado año los 14.000 millones, un 1,4% más que en 2002

La actividad turística en Andalucía mantiene su senda de crecimiento y generó el año pasado unos ingresos directos de 14.000 millones de euros, un 1,4% más que en 2002. Pero el avance no es homogéneo. Según el balance presentado ayer en Fitur por el consejero de Turismo, Antonio Ortega, el número de turistas descendió en Córdoba y Sevilla (1,5% y 6,5%, respectivamente) y aumentó en zonas con oferta de sol y playa como Almería (9,8%) y Cádiz (8,7%).

Los datos evidencian la necesidad de un impulso al turismo cultural (el descenso de viajeros se localiza en dos marcas muy consolidadas en este segmento), en el que, según los especialistas, radican buena parte de las posibilidades de crecimiento futuro. El consejero de Turismo dijo que su departamento trabaja en estudiar las causas del descenso en el movimiento turístico de Sevilla y Córdoba y que es necesario reforzar la oferta complementaria de cultura y de ocio e impulsar la promoción de los viajes de fines de semana.

En total, Andalucía recibió el año pasado 21,5 millones de turistas, un 2,1% más que en 2002, dato que, para Ortega, evidencia la fortaleza de la oferta de la comunidad autónoma en un año especialmente difícil para el sector por el descenso general de los viajes internacionales, superior al 2%.

Las previsiones para el presente año son más optimistas. Según el Sistema de Análisis y Estadísticas del Turismo en Andalucía (Saeta), existen claros indicios de recuperación de mercados internacionales. La Consejería baraja un crecimiento de entre un 2,3% y un 3,8% para este año, más moderado que las previsiones de la Organización Mundial del Turismo (OMT).

Para mantener el crecimiento, Saeta recomienda la reactivación de los viajes de corta distancia, la organización de las vacaciones de forma individualizada y el uso progresivo de Internet para promoción y comercialización.

En buena medida, Andalucía ha soportado mejor el parón de los mercados internacionales por el buen comportamiento del turismo nacional, que creció un 8,2%. El 19,5% de los españoles que viajan elige un destino andaluz.

El movimiento de turistas extranjeros en cambio creció un 1% y, en este segmento, Andalucía ocupa la cuarta posición por detrás de Baleares, Canarias y Cataluña, con una cuota de mercado del 13,7%, muy distante de la de las islas mallorquinas, destino del 31,5% de los viajeros extranjeros que llegan a España. Saeta resalta las buenas expectativas de Andalucía por cuando su principal mercado emisor exterior, el británico, es el que ofrece mejores perspectivas de crecimiento. Baleares depende casi exclusivamente del mercado alemán.

El objetivo marcado por Ortega de convertir a Andalucía en el principal destino turístico español aún parece lejano (en la suma de viajeros nacionales y extranjeros, Andalucía ocupa la tercera posición). Todas las comunidades autónomas españoles excepto Cataluña y Madrid experimentaron un crecimiento de sus flujos turísticos en 2002, aunque en éstas dos el descenso apenas fue del 1%.

En términos nominales, los ingresos que genera el turismo han crecido un 5%, aunque si se tiene en cuenta la corrección por el factor precios, el crecimiento real es del 1,2%, similar al del año anterior. El movimiento hotelero creció un 4,1%, la mayor tasa que conoce este capítulo desde 1999, con un total de más de 3,6 millones de pernoctaciones.

La ocupación media de las plazas sin embargo bajó un punto respecto a 2002 y fue del 52,2%, circunstancia que Ortega atribuyó a la puesta en servicio a lo largo del año de 10.436 nuevas plazas hoteleras, lo que significó un aumento en la oferta del 5,8%. Pese al desfase entre oferta y demanda, el consejero volvió a insistir en que en Andalucía no hay saturación de hoteles y que aún hay zonas de importante potencial de crecimiento.