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El Gobierno quiere quitar la máxima protección al palacio del Canto del Pico

Patrimonio alega que el edificio está "deteriorado" y el PSOE ve "intereses comerciales"

El Gobierno de la Comunidad ha iniciado el expediente para revocar la calificación de bien de interés cultural que el palacio del Canto del Pico, en Torrelodones, posee desde 1930. Esa calificación protege al palacio -un edificio moderno, de 1920, pero que contiene restos arquitectónicos de siete siglos- ante cualquier obra interna de reforma o amenaza urbanística en su entorno. La Consejería de Cultura alega que el Canto del Pico, propiedad de una empresa británica desde 1988, ya no es lo que era desde el punto de vista cultural porque está "muy deteriorado", y por eso ha decidido que no merece tanta protección. El PSOE vislumbra "intereses comerciales".

El palacio del Canto del Pico, con 2.000 metros cuadrados y tres plantas edificadas sobre 110 hectáreas en lo alto de un pico de la sierra madrileña, lo levantó José María del Palacio y Abárzuza, conde de las Almenas, en 1920, con el objetivo de que sirviera de contenedor a los centenares de obras de arte que había ido reuniendo durante años. El noble coleccionista había viajado por toda España hasta atesorar una importante suma de restos arquitectónicos de diferentes estilos, desde el siglo XII al XVIII.

Diez años después de su construccion, el inmueble recibió la máxima protección que una Administración puede dar a un edificio (y que es la que la Comunidad quiere revocar ahora): la de monumento histórico-artístico, que desde 1985 se denomina "bien de interés cultural". Y no tanto por las características del edificio, que tiene apenas 80 años, cuanto por el valor de lo que contiene: columnas y capiteles góticos procedentes del castillo de Curiel en Gijón, puertas de las Salesas Reales de Madrid, techos de carpintería de Toledo y Teruel, sillerías del coro de la Seo de Urgel, e, incluso, el claustro gótico de la casa del Abad, del monasterio de Valldigna, que la Generalitat Valenciana logró recomprar (aunque aún no recuperar) el pasado septiembre.

El aristócrata dejó en herencia su palacio al general Francisco Franco, y allí pasó largas temporadas de descanso el caudillo desde 1940 hasta su muerte en 1975. Su familia aún lo conservó unos años más, pero en 1988 lo vendió a una empresa británica de hostelería, Stoyam Holdings Limited (SHL), por 300 millones de pesetas de entonces.

Un hotel de lujo

Los propietarios llevan años intentando convertir el histórico palacio en un hotel de lujo, con 30 habitaciones, tres edificios anexos y aparcamiento. Pero han chocado, hasta ahora, con la oposición del Gobierno regional, dirigido en los últimos ocho años por el hoy alcalde Alberto Ruiz-Gallardón. En abril de 2001, la Consejería de Medio Ambiente denegó ese permiso a SHL, aunque no alegó la importancia del palacio, sino el hecho de que éste se encuentra en medio del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, una zona de máxima protección (cercada ya por las nuevas casas de Torrelodones) donde "sólo están permitidos usos ganaderos o agrícolas". "Allí no puede levantarse un hotel", zanjaron entonces desde Medio Ambiente.

El edificio ha sufrido en sus 84 años de vida saqueos e incendios, pero las administraciones públicas siempre mantuvieron su máxima protección. El pasado día 20, sin embargo, la comisión permanente del Consejo Regional de Patrimonio aprobó iniciar el expediente que rebaja esa protección: el Canto del Pico pasaría de ser un "bien de interés cultural" a, simplemente, "pertenecer al inventario de bienes culturales de la Comunidad".

Eso significa, por ejemplo, que los dueños podrían vender el palacio sin comunicárselo a la Administración, y hacer obras de reforma sin tener que respetar, con la misma rigidez que ahora -"hasta el último cromatismo de la última piedra"-, las características del inmueble, según explica el director general de Patrimonio, Javier Hernández. Además, el cambio de calificación es necesario para que el claustro de Valldigna vuelva a Valencia.

La comisión permanente del Consejo Regional de Patrimonio la componen representantes del Gobierno regional, el PSOE, el Colegio de Arquitectos, el Colegio de Doctores y Licenciados, el Ayuntamiento de Madrid, la Academia de Bellas Artes de San Fernando y el Museo Arqueológico Regional. "Y la decisión de revocar la máxima protección al palacio fue unánime", subraya Hernández. El PSOE lo niega y asegura que su representante, Antonio Chazarra, se opuso, pero el director general señala que el acta de la reunión refleja el acuerdo unánime.

Los argumentos que se pusieron sobre la mesa los resume la resolución que da vía libre al cambio inicial de calificación, y que fue publicada el pasado día 23 en el Boletín Oficial de la Comunidad -ahora se abre un periodo de información pública de un mes para la presentación de alegaciones-: "El único interés que tiene hoy en día el palacio es paisajístico [...]. El grado de protección que ostenta no es acorde con el estado actual del edificio", reza el texto.

"Lo que ha hecho la Comunidad es desentenderse del palacio, dejar que se suma en un deterioro absoluto, y ahora desprotegerlo. Es muy sospechoso", afirma Francisco Garrido, diputado socialista en la Asamblea. "Nos tememos que detrás de esto haya intereses comerciales y urbanísticos, por ejemplo los de quienes desde hace tiempo quieren hacer allí un hotel", añade.

Santiago Martín Barajas, portavoz de Ecologistas en Acción, tampoco entiende las razones del Gobierno. "Desproteger un edificio histórico porque esté en mal estado es una barbaridad. Lo único que se me ocurre que pueden buscar es permitir que se construya un hotel de lujo en un palacio metido en mitad del parque regional. Pero los miembros de la dirección del parque no lo vamos a permitir", advierte.

"No se podrá construir en el entorno"

El Gobierno regional asegura que el cambio de calificación del palacio del Canto del Pico "no responde a ningún tipo de presión urbanística". "Construir en el entorno seguirá estando prohibido, porque el edificio está enclavado en un parque regional con máxima protección", subraya el director general de Patrimonio Artístico, Javier Hernández. E insiste: "Las razones del cambio son, simplemente, culturales".

"El inmueble está muy deteriorado. Los técnicos han constatado que el palacio ya no es lo que era. Incluso tenemos dudas de que algunas de las piedras del claustro gótico traído desde el monasterio de Valldigna sean las originales. En esa situación, no tiene sentido que el Canto del Pico conserve la máxima protección que se le puede dar a un edificio en España", señala. ¿Y quién es responsable de ese abandono? "Los propietarios. Pero no podemos ponernos a pedir explicaciones a todos los dueños que ha tenido el palacio desde que se construyó. Así que hemos decidido no pedírselas a ninguno", afirma Hernández.

La Ley de Patrimonio de 2001 dice en su preámbulo: "Se reconoce a toda persona natural o jurídica que tenga a su cargo la posesión, gestión o administración de bienes o derechos del patrimonio de la Comunidad de Madrid, la obligación de custodiarlos, conservarlos y, en su caso, explotarlos racionalmente, así como de responder ante la Administración de los daños y perjuicios eventualmente causados, tipificándose para ello las correspondientes infracciones y sanciones".

Patrimonio no sabe si el cambio de calificación podría desbloquear el proyecto de conversión del palacio en hotel. "Eso se verá en el futuro".

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