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LAS SECUELAS DE LA ENTREVISTA DE CAROD CON ETA

El PSOE exige a Aznar que explique por qué no se detuvo a los terroristas

Para los socialistas, la gravedad de los hechos justifica la reunión de la Diputación Permanente

"¿Por qué no fueron detenidos los terroristas de ETA que acudieron a la reunión si se sabía quiénes eran y cuándo se iban a reunir con el señor Josep Lluís Carod Rovira?". Es una de las preguntas que formula la dirección del PSOE y para la que exige respuesta en la Diputación Permanente del Congreso. Los servicios jurídicos del Grupo Socialista encuentran razones para que ese órgano de dirección de la Cámara se reúna con urgencia y el presidente del Gobierno, José María Aznar, responda si con la filtración del encuentro se han quemado fuentes útiles para combatir a ETA.

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El PSOE ha decidido pasar a la ofensiva después "dar respuesta al problema en 24 horas". El PNV y el Grupo Mixto fueron los primeros en solicitar que el Gobierno comparezca en la Diputación Permanente del Congreso. Después lo hizo el PSOE. Tanto el líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, en declaraciones a Onda Cero, como el portavoz parlamentario, Jesús Caldera, pidieron explicaciones al Gobierno de forma pública. También lo hicieron dirigentes como el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y el presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves. "Zapatero ha demostrado su autoridad, ya que pidió que Carod saliera del Gobierno de Cataluña y así va a suceder", dijo Caldera. Ibarra alabó "la valentía de Zapatero y la inteligencia de Maragall".

Mientras Zapatero, su ejecutiva y sus barones hacían frente el lunes y el martes pasados a la crisis, en el grupo parlamentario Jesús Caldera y la secretaria general del grupo, María Teresa Fernández de la Vega, trabajaban en la justificación de una solicitud de convocatoria de la Diputación Permanente para que el presidente del Gobierno, José María Aznar, dé explicaciones sobre lo ocurrido. El PSOE parte de la base de que desde Presidencia del Gobierno se ha facilitado la información conseguida por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en torno a la reunión del conseller en cap de la Generalitat con dos dirigentes de ETA.

Los socialistas creen que el Gobierno ha preferido sacar a la luz esa reunión y sus circunstancias, aún a costa de"quemar fuentes importantes para combatir a ETA", con tal de perjudicar al PSOE y deteriorar el Gobierno de Pasqual Maragall. "¿Era preferible hacer un uso partidario de la información en lugar de detener a importantes terroristas de ETA?", se pregunta Jesús Caldera.

"¿Cuáles fueron las características del seguimiento (fechas, lugar en que se produjeron, personas que asistieron) realizado al señor Carod y a los terroristas de ETA que se reunieron con él?", sigue preguntándose el portavoz del Grupo Socialista, que quiere saber también si los servicios de información grabaron el encuentro. Y una pregunta que formularon ayer al unísono los dirigentes socialistas: "¿Por qué no fueron detenidos los terroristas de ETA que acudieron a la reunión si se sabía quiénes eran y cuándo se iban a reunir con el señor Carod- Rovira?".

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La utilización de esa información, a juicio del PSOE, exige otra respuesta. "¿Resulta preferible para el Gobierno usar la información obtenida por los diversos servicios de información españoles para atacar a otras formaciones políticas, en lugar de actuar con más eficacia contra los terroristas?". En la dirección del PSOE se da por seguro, por "sentido común", que en el seno del CNI "hay malestar y seria preocupación" porque se haya dejado al descubierto parte de su trabajo.

El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, fue el primero que planteó esta cuestión. Ayer volvió a pedir a Aznar que comparezca en la Diputación Permanente. "Si no aclara algunos extremos, se puede sospechar que el Gobierno ha podido participar en una provocación al Gobierno de la Generalitat", aventuró Chaves.

Por su parte, el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, consideró inaceptable que los servicios de seguridad del Estado sigan a una "persona democrática como Josep Lluís Carod-Rovira", y denunció la utilización de dichos seguimientos "a favor de los intereses del PP". Imaz consideró "muy preocupante" el uso partidista de los servicios de seguridad del Estado para vigilar y "apalear" con sus informaciones a Carod-Rovira, y agregó que en cualquier Estado democrático "esto se investiga y se piden responsabilidades, porque son muy graves".

La Mesa decide

El camino que conduciría a la comparecencia de Aznar no es fácil. La presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, ha convocado la Mesa de la Diputación Permanente para el próximo lunes, a las 11.30 horas, para que se pronuncie sobre la admisión de las peticiones.

Antes de presentar la suya, el Grupo Socialista ha recabado un informe jurídico, según el cual la comparecencia debe producirse porque la Diputación Permanente tiene una "función de garantía", para asegurar el equilibrio de poderes y evitar que el Gobierno pueda actuar sin ningún control mientras las Cámaras están disueltas.

El artículo 78.2 de la Constitución atribuye a la Diputación Permanente la facultad de "velar por los poderes de las Cámaras cuando éstas no estén reunidas", y cuando están disueltas, la de convalidar decretos leyes o conocer de los estados de alarma, excepción o sitio.

Entre los argumentos que han manejado los responsables del Grupo Socialista se destaca que si se hace una interpretación restrictiva de la Constitución en este punto incluso las actuaciones "más descabelladas" del Gobierno quedarían sin control, ya que las Cortes que nazcan de las próximas elecciones sólo podrán exigir responsabilidades políticas al nuevo Gobierno.

El informe jurídico que han manejado los socialistas subraya que todo lo anterior se hace más palpable cuando el jefe del Ejecutivo ha anunciado que no aspira a continuar en el puesto y que no concurrirá a las elecciones, con lo que su actuación desde la disolución de las Cámaras resultaría políticamente incontrolable.

Jesús Caldera y José Luis Rodríguez Zapatero.
Jesús Caldera y José Luis Rodríguez Zapatero.GORKA LEJARCEGI

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