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LAS SECUELAS DE LA ENTREVISTA DE CAROD CON ETA

El CNI informó a la Presidencia del Gobierno de la reunión Carod-ETA

Malestar en el Centro porque la filtración pone en riesgo fuentes de la lucha antiterrorista

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) elevó un informe a la Presidencia del Gobierno en el que le daba cuenta de la entrevista mantenida en Francia por el ya ex conseller en cap de la Generalitat de Cataluña, Josep Lluís Carod Rovira, con dirigentes de ETA. Según el CNI, dichos dirigentes eran Mikel Albizu, Antza, y José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera. La filtración del contenido del informe ha desencadenado una crisis en el Gobierno catalán y un fuerte malestar en el servicio secreto, ya que pone en riesgo fuentes de la lucha antiterrorista.

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La reunión de Perpiñán duró seis horas

Según fuentes que conocen el informe, éste afirma que Carod Rovira acudió a la cita de Perpiñán (Francia), el fin de semana del 3 y 4 de enero, acompañado por otro dirigente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) al que no identifica. EL PAÍS ha podido saber que se trata de Jaume Renyer, miembro del Consejo Consultivo de la Generalitat.

El documento del CNI asegura que tuvo conocimiento de la reunión una vez celebrada, a través del entorno de Batasuna. De ello se deduce que el servicio secreto no pudo someterla a vigilancia. Algunas fuentes sostienen, por el contrario, que la cita se conocía con antelación y sus asistentes fueron fotografiados al acudir o marcharse, aunque en ese momento se ignoraba quiénes eran. Respecto al espionaje a Carod Rovira, dichas fuentes afirman que ha sido objeto de observación por el CNI en el pasado, pero en este caso no se conoció la reunión a través de su vigilancia.

El informe elaborado por el servicio secreto afirma que los dirigentes de ETA y Carod Rovira (quien asegura que no reconoció a Josu Ternera) abordaron en sus conversaciones una especie de tregua de la organización terrorista, limitada al ámbito territorial de Cataluña, a cambio de que Esquerra difundiese una declaración de apoyo a la autodeterminación del pueblo vasco.

El texto de esta declaración política de ERC se iría perfilando a lo largo del mes de febrero, mediante un intercambio de borradores a través de un parlamentario de la ilegalizada Batasuna.

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En su comparecencia del pasado lunes, en la que confirmó la reunión con ETA, Carod Rovira distribuyó un texto, redactado por él mismo, en el que expresaba la solidaridad de ERC con el pueblo vasco, valoraba positivamente el plan Ibarretxe y rechazaba la ilegalización de Batasuna.

"Nos ponemos a disposición de los agentes políticos y sociales vascos, sin excepción, para contribuir, si hace falta, para hacer posible este horizonte de ausencia de violencias, que debe reconocer también el derecho del pueblo vasco a la autodeterminación", decía la declaración.

El informe del CNI, muy breve, fue remitido al presidente del Gobierno, José María Aznar. Habitualmente, este tipo de documentos se canalizan a través del jefe del Gabinete del Presidente, Carlos Aragonés, o, con mayor frecuencia, del secretario general de Presidencia, Javier Zarzalejos. Este último forma parte de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos de Inteligencia, creada por la Ley Reguladora del CNI de 2002, y es hermano del actual director de Abc.

El contenido del informe del CNI coincide, en sustancia, con las informaciones publicadas por dicho diario los pasados lunes y martes, que llevaron a la salida de Carod Rovira del Gobierno catalán y pusieron en una situación muy comprometida al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, en vísperas del inicio de la campaña electoral.

Esta coincidencia ha causado un fuerte malestar entre los miembros del CNI, no sólo porque se haya utilizado su trabajo con fines partidistas, sino porque, a su juicio, se han puesto en riesgo valiosas fuentes de la lucha antiterrorista.

El mayor peligro deriva, según los expertos consultados, del escaso lapso de tiempo transcurrido desde que se obtuvo la información hasta que se ha hecho pública. ETA, explican, realizará como tiene por costumbre un análisis de las personas que conocían la información publicada y no le será muy difícil localizar el origen de la fuga.

"Se ha quemado una fuente que había demostrado ser capaz de llevarnos hasta la dirección de la banda terrorista", lamentan.

Además de elevarlo a la Presidencia del Gobierno, el director general del CNI, Jorge Dezcallar, podía haber enviado una copia del informe a algún otro ministerio. Al tratarse de un asunto de terrorismo, lo lógico es que lo hubiera remitido a Interior. Sin embargo, fuentes de dicho departamento sostienen que el ministro Ángel Acebes y el secretario de Estado para la Seguridad, Ignacio Astarloa, se enteraron el lunes a través de la prensa. Lo primero que hicieron fue llamar a los responsables de la policía y la Guardia Civil, quienes tampoco tenían noticia alguna.

Fuentes de Interior señalan que el CNI supo de la reunión una vez celebrada, gracias a la interceptación de un documento y una conversación de personas vinculadas a Batasuna, y la confirmó hace pocos días en el entorno de ERC. La información no estaba todavía disponible el pasado día 21, cuando el ministro francés del Interior, Nicolas Sarkozy, fue condecorado por Aznar. Sarkozy acudió a España con toda la cúpula policial francesa y estuvo en La Moncloa con Dezcallar. "El ministro francés no fue informado entonces porque tampoco lo fue el español", aseguran en Interior.

Tras conocer la reunión, las autoridades judiciales francesas se pusieron ayer en contacto con el ministerio español del Interior para pedirle explicaciones y anunciarle que en los próximos días reclamarán formalmente información sobre el caso.

El ministro del Interior, Ángel Acebes, en una rueda de prensa.
El ministro del Interior, Ángel Acebes, en una rueda de prensa.ULY MARTÍN

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