La consejera de Cultura promete apoyar el cine catalán "porque es un sector estratégico"

La consejera de Cultura, Caterina Mieras, mantuvo ayer su primer encuentro público con los profesionales del cine. Fue en la entrega de los premios Barcelona, que concede el Colegio de Directores a los mejores trabajos cinematográficos del año. En el acto, que se celebró en la sede de la SGAE, la consejera no concretó cuál va a ser su política en el ámbito audiovisual, pero leyó una declaración de intenciones comprometiéndose a apoyar el sector, que consideró "estratégico", y a establecer "un diálogo permanente" con la industria y los creadores. Isabel Coixet fue premiada por sus compañeros como la mejor directora del año por Mi vida sin mí, que fue considerada además la mejor película.

Ante un público formado principalmente por directores, productores, técnicos de cine y actores, Mieras avaló la pervivencia del Instituto Catalán de las Industrias Culturales (ICIC), puesto en marcha por el anterior consejero del ramo, Jordi Vilajoana, que también se contaba entre los asistentes. De este organismo, dijo la titular de Cultura que es "una de las herencias positivas" que había recibido. Añadió que "aún es muy pronto para concretar detalles" de la que será su política en materia audiovisual, pero dio algunas pistas.

La consejera apuntó, por ejemplo, que pensaba promover la "internacionalización" del cine catalán consolidando plataformas como el Festival de Sitges y Catalan Films y favorecer "una mayor concentración empresarial" del sector. "Eso sí", puntualizó, "asegurando las condiciones de trabajo de las pequeñas y medianas empresas" con el fin de garantizar el pluralismo de la oferta. Mieras destacó asimismo la importancia que la formación de nuevos profesionales tiene en el despegue del sector, y se comprometió a invertir en ella.

La consejera intervino tras entregar a Isabel Coixet el premio Barcelona a la mejor película del año (Mi vida sin mí, producida por El Deseo, la productora de los hermanos Almodóvar). Momentos antes la misma Coixet había subido al escenario para recoger el galardón a la mejor directora de manos del presidente del Colegio de Directores, Manel Esteban. El presidente reclamó, tanto al Gobierno central como al de la Generalitat, que defiendan "la excepción cultural" para la protección del cine catalán. Coixet estuvo de acuerdo. "Mi película", señaló, " está rodada en inglés y en Canadá, pero yo soy de Gràcia. No le pido a la Administración subvenciones ni pasta. Sé que hay cosas más importantes que el cine: la sanidad, los niños, la educación..., pero al menos que nos pongan las cosas más fáciles".

Las grandes competidoras de La vida sin mí en los premios Barcelona fueron En la ciudad, dirigida por Cesc Gay, y Las horas del día, de Jaime Rosales, que también obtuvieron dos premios cada una. Mónica López fue considerada la mejor actriz por su papel En la ciudad, de una joven madre de familia que pese a tenerlo aparentemente todo está desencantada con su vida. Este largometraje también consiguió el galardón al mejor guión, que firman el propio Gay y Tomàs Aragay. En cuanto a Las horas del día, Àlex Brendemmühl logró el premio al mejor actor y Rosales se llevó el de director novel.

En el año 2003 se estrenaron 28 películas con producción catalana, de las que sólo una se rodó en esta lengua, Excuses!, dirigida por Joel Joan. Este director, que recogió el premio concedido a Josep Maria Civit por la fotografía del filme, aprovechó la oportunidad para pedír "más películas rodadas en catalán". "Al menos dos", ironizó.

El concejal de Cultura de Barcelona, Ferran Mascarell, que entregó el galardón al mejor programa de televisión (Crònica d'una mirada, serie documental emitida por el 33), se sumó a las reivindicaciones para el sector y abogó para que en el futuro al frente de las producciones cinematográficas catalanas "haya directores y directoras de aquí y no sólo productores". Un dato avalaba la petición: entre los 28 filmes catalanes que llegaron a la pantalla el pasado año están, entre otros, Beyond Reanimator, dirigido por Brian Yuzna; Las maletas de Tulse Luper, de Peter Greenaway, y Comandante, de Oliver Stone.

Uno de los momentos más emotivos del acto fue cuando Ventura Pons recibió el premio a la mejor música por El gran Gato, que entregó a la madre de Gato Pérez, Carmen Álvarez, presente en la sala. En otras categorías los premiados fueron: mejor documental, Sílvia Munt por Elena Dimitrievna Diakonova, Gala; mejor montaje, Ernest Blasi por Les mans buides, de Marc Recha; mejor película de animación a El Cid, de José Pozo, y mejor cortometraje, Mar Ofila por Postales del mar.