Los líderes suníes no quieren elecciones si hay ocupación

Los líderes suníes de Irak rechazaron ayer la celebración de elecciones mientras continúe la ocupación, una postura radicalmente opuesta a la expresada por los dirigentes chiíes. El Consejo de ulemas suníes advirtió, además, de que los seguidores de esta rama del islam, que controlaron el poder en el país hasta la caída del régimen de Sadam Husein, "no participarán en comicios organizados por las fuerzas de ocupación".

"Queremos elecciones libres y justas, pero después de la salida de las tropas extranjeras de Irak", declaró en Bagdad Sabeh Al Qaisi, uno de los fundadores del Consejo, formado recientemente por altos sabios islámicos suníes. Al Qaisi advirtió de que "la eventual exclusión de los suníes del poder causaría el caos y la anarquía en todo el país".

El rechazo de los suníes se debe a sus temores de que la mayoría chií, oprimida durante el antiguo régimen y que ha evitado hasta el momento enfrentamientos armados con las tropas de la coalición ocupante, salga victoriosa en unas elecciones prematuras. Las declaraciones de Al Qaisi se producen mientras en Irak se espera la llegada de una delegación de la ONU para estudiar la posibilidad de convocar comicios antes del traspaso del poder, previsto por EE UU para junio.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo ayer en Estocolmo que anunciará como muy tarde el próximo martes cuándo enviará a Irak un equipo de expertos para este fin. La Administración Civil de la Coalición, encabezada por el estadounidense Paul Bremer, ha pedido la intervención de la ONU después de que decenas de miles de chiíes se manifestaran en Irak en apoyo a su principal líder chií, el gran ayatolá Alí Sistani, quien exigió la convocatoria de elecciones generales antes de junio. Bremer, por su parte, ha vuelto a expresar sus dudas respecto a la posibilidad de celebrar comicios antes de junio, al considerar que "no hay tiempo suficiente".