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LA POSGUERRA DE IRAK

La resistencia iraquí amenaza con más ataques durante la campaña de EE UU

"Bush no quiere más muertos, y eso es precisamente lo que va a tener", dice un líder insurgente

Jorge Marirrodriga
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Vestido con un pantalón gris y una camisa clara, cercano a los cincuenta, con el pelo teñido de negro y un gran mostacho, Hasan se aleja totalmente de la parafernalia guerrillera de pañuelos beduinos y Kaláshnikov: "Soy un militar y me limito a cumplir órdenes. Nunca me gustó el teatro". Según el oficial de la resitencia, su mensaje va dirigido tan sólo a dos destinatarios: el Ejército de EE UU y los iraquíes que les apoyan.

"No tenemos nombre ni lo queremos. Somos los verdaderos supervivientes del Ejército iraquí. Sabemos dónde atacar y cuándo hacerlo. Disponemos de recursos, información y estrategia política", explica Hasan, mientras mueve suavemente en el aire un brazo en el que brilla un reloj de oro.

Cuando recibe, ya de noche, a los enviados especiales de dos diarios españoles en una casa de Bagdad, el ex militar rechaza el calificativo de terrorista. "No soy un asesino. La guerra no ha terminado; simplemente ha entrado en otra fase, y es tan legítimo luchar en el campo de batalla como hacerlo en los pueblos y ciudades de Irak. ¿Acaso llamaban terroristas a la resistencia francesa? Ellos son héroes y todo el mundo en Francia los admira. Por lo que sé, a De Gaulle se le considera presidente de Francia y no el jefe de una banda de terroristas". Sentado en un salón decorado con varios sofás de color azul eléctrico y dorado, y de cuyas paredes han sido descolgados cuadros y otros objetos, Hasan asegura que forma parte de una estructura organizada formada por ex militares iraquíes cuyo objetivo es forzar la retirada del Ejército estadounidense de Irak.

Insiste en que sus objetivos son estrictamente militares y no reconoce explícitamente la autoría de ningún atentado de los que se le citan, pero los justifica y enaltece. Preguntado por el asesinato de siete agentes españoles del Centro Nacional de Inteligencia, el pasado diciembre en la localidad de Majmudia, responde: "Aplaudo esa acción. Los españoles obedecen a los americanos y, en cuanto se vayan éstos, los españoles les seguirán". El pasado jueves, cuatro mujeres que trabajaban en la lavandería de una base de EE UU fueron muertas a tiros cerca de Faluja. Eran civiles iraquíes e iban desarmadas. Sin abandonar el tono firme, el ex militar advierte de que "todos aquellos que mantienen una relación directa o indirecta con el invasor son traidores a la patria y merecen morir". Reconoce que hay un gran número de iraquíes que apoyan y colaboran con los estadounidenses, pero añade: "Todos tienen que saber que los traidores morirán".

Sobre la pléyade de guerrillas -el Ejército de Mahoma, la Yihad Islámica o Yamal Islamiya, entre otros- que declaran que luchan en Irak contra los estadounidenses, el antiguo oficial marca las distancias. "Aquí hay muchos grupos y personas luchando contra un enemigo común, pero los métodos y los objetivos son diferentes. Por ejemplo, yo nunca aceptaría la orden de que uno de mis hombres tenga que lanzarse con un coche bomba contra un objetivo. Eso es una atrocidad que niega el respeto por tus propios hombres".

Guerrilleros afganos y sirios

Según el insurgente, hasta Irak han llegado personas procedentes de Siria, Líbano, Irán, Egipto y Afganistán "que quieren hacer su guerra contra América". Hasan hace un gesto con la mano y sonríe cuando se le interroga por grupos como la Yihad islámica. "Hemos tenido contactos con grupos cuya lucha se basa en la religión, pero no somos como esa gente que sólo tiene en la cabeza que irán al paraíso por matar americanos".

Según el antiguo militar iraquí, la organización a la que pertenece se divide en células independientes que reciben órdenes y transmiten datos mediante una red de informantes, la misma que les marca objetivos y les proporciona importantes informaciones a la hora de cometer los ataques. "En Irak, todo el mundo está habituado a observar, escuchar y contarlo luego. Sencillamente, estamos empleando la habilidad en la que llevamos muchos años entrenándonos", sostiene Hasan con auténtico espíritu castrense.

Un grupo de iraquíes, ante los restos de un vehículo destrozado por un atentado, ayer en Bagdad.
Un grupo de iraquíes, ante los restos de un vehículo destrozado por un atentado, ayer en Bagdad.REUTERS

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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