Fomento sostiene que el Puerto es responsable de la zona donde naufragó el buque

Capitanía Marítima, organismo dependiente del Ministerio de Fomento, sostiene que la zona del Puerto de Bilbao donde el sábado se hundió el carguero portugués Diana 1 es competencia de la Autoridad Portuaria. Asegura que esta entidad es la que debía determinar el lugar de fondeo del buque, que, al situarse cerca del dique principal, encalló en las rocas por el temporal. El Puerto replica que su competencia se limita al dique abrigado. Un experto en asuntos marítimos consultado señala que cualquier cuestión de seguridad sobre el agua corresponde a Capitanía.

El Diana 1 se hundió en la noche del pasado sábado justo al lado del primer dique de protección del Puerto de Bilbao, el de Punta Lucero, que se prolonga a lo largo de más de tres kilómetros. El buque, que ya había descargado cemento y clinker (material previo a aquél) y esperaba a llenar de nuevo sus bodegas, había fondeado cerca del dique, fuera de la zona abrigada del recinto portuario, pero una violenta racha de viento de 150 kilómetros por hora le arrastró hasta las rocas que protegen Punta Lucero. En pocas horas se hundió, aunque sus ocho tripulantes pudieron ser rescatados por un helicóptero.

Desde el principio, la Autoridad Portuaria de Bilbao comunicó que la zona donde se produjo el accidente no era de su competencia. Un portavoz de la entidad ha afirmado que no mantuvieron contactos con el capitán del Diana 1, Roberto Pría, para establecer el área donde iba a fondear. "Nuestra competencia es dentro del dique abrigado. Es como un parking. El que entra paga unas tasas, pero no podemos obligar a nadie a que lo utilice", agregó dicho portavoz. La misma fuente rechazó que, más allá del dique de Punta Lucero, tenga responsabilidad del Puerto. "Únicamente controlamos si alguien fondea en una zona de paso al puerto o que puede dificultar una maniobra de entrada".

"Competencia geográfica"

La Capitanía Marítima, encargada de los asuntos de seguridad en el agua, discrepa frontalmente. Un portavoz de Fomento recordó que en el Puerto bilbaíno hay una zona de dos millas desde el último dique que es competencia de la Autoridad Portuaria. "A nosotros no nos corresponde determinar cómo y quien debe fondear en ese perímetro de dos millas", dijo. Agregó que en la zona donde se hundió el carguero no existe competencia para Capitanía Marítima, que empieza su labor a partir de las dos millas.

Salvamento Marítimo, también dependiente de Fomento y que se encarga de las operaciones de rescate, ratifica que ese área de dos millas, conocida como zona 2 -el dique abrigado es la 1-, es responsabilidad de la Autoridad Portuaria en lo referente al fondeo. "Además también se cobra [por el atraque]", afirma su responsable, Lourdes Oña. "Otra cosa en que en caso de accidente todos intervenimos".

Un experto en asuntos marítimos consultado opinó que en este asunto lo esencial no es "quién tiene la competencia geográfica, sino la de seguridad". Aseguró que el perímetro de dos millas a partir de los diques, en la zona donde se hundió el carguero, es del Puerto, "porque regula el practicaje y el remolque, que se hace con los petroleros. Son competencias administrativas". Sin embargo, añadió que la Autoridad Portuaria no tiene estas competencias "a efectos de la seguridad. Eso depende de la Capitanía Marítima. Si un buque está sobre el agua y no sube al muelle, es su competencia [de Capitanía]". En esta materia, afirma que el Puerto se limita a garantizar el buen estado de los muelles y que las profundidades para el fondeo estén dragadas adecuadamente.

Las labores de revisión del casco del Diana 1, hundido a 30 metros de profundidad, continúan paralizadas debido al mal tiempo. Salvamento Marítimo cree que los buzos no podrán sumergirse hasta, al menos, la próxima semana. "Necesitamos más de un día de buen tiempo", señaló la responsable de este servicio de rescate.

Las malas condiciones impidieron el miércoles incluso la inspección de la superficie del agua para ratificar que no hay contaminación. El carguero llevaba en el momento del accidente 45 toneladas de gasóleo como carburante y tres de aceite para su funcionamiento.

Una lancha sí realizó ayer la inspección y volvió a comprobar que no hay rastros de contaminación. Los técnicos creen que los tanques pueden estar intactos o que se hayan perforado, pero la acción del mar, muy revuelto estos días, haya disuelto el gasóleo.