Dean modera el mensaje tras su derrota en Iowa
Mientras los analistas y expertos dedican sus mejores esfuerzos a preguntarse qué es lo que Howard Dean hizo mal para sufrir el revés que le propinaron los caucus de Iowa -la primera derrota política de su vida- el ex gobernador de Vermont ha cambiado el registro. En una intervención sobria y mesurada -horas después del ataque de forzado entusiasmo y de gritos con que celebró su tercera posición en Iowa, casi 20 puntos por debajo de John Kerry- Howard Dean explicó su versión de lo ocurrido: "Estuve durante mucho tiempo como supuesto favorito, y pagué el precio que pagan los favoritos. Ahora tenemos que reagruparnos y es un placer estar en New Hampshire sin esa presión".
El doctor Dean, escaldado por los datos que hace un mes le daban la victoria en Iowa, parece no tener en cuenta, sin embargo, que sigue estando al frente de los sondeos en New Hampshire. La última encuesta de las primarias del próximo martes -hecha antes de Iowa, lo cual resta fiabilidad- le da un 33%, frente al 24% para Kerry y el 18% para Clark. Los sondeos en las primarias son más certeros que en los caucus. En todo caso, Dean tiene claro que para él se trata de ganar o morir. Si no queda primero -"queremos ganar aquí, necesitamos ganar aquí", dijo ayer- podría ser el final para él, pese a la cantidad de dinero recogido, al entusiasmo despertado, a los miles de voluntarios y a la red de Internet. No ganar en New Hampshire -donde el paisaje es más complicado, porque le pelean los votos el triunfante Kerry, el aún virgen Clark y los minoritarios, aunque activos, Edward y Lieberman- sería un desastre. La próxima gran cita, el 3 de febrero, se basa sobre todo en Estados del sur en los que Dean tiene menos predicamento.
Quizá por esta razón, el ex gobernador ha moderado su mensaje: los electores necesitan saber a favor de qué está, porque ya tienen claro en contra de lo que está. Y Dean se ha dedicado en las últimas horas a recuperar programa: equilibrio presupuestario, seguro médico, programas infantiles, los temas sobre los que gobernó con acierto en Vermont. El martes explicó que da por cumplida una tarea que asumió hace meses: "El Partido Demócrata no se enfrentaba a Bush. Ahora, la campaña ha cambiado esto y los otros candidatos ya están criticando al presidente, aunque algunos tienen algún problema al explicar alguna de sus votaciones en el Congreso, pero hacen lo que pueden". Dean, que en las últimas 48 horas no ha hablado de Irak, se refería al apoyo de Kerry, Edwards y Lieberman a la guerra. La gran pregunta, que no tendrá respuesta hasta el martes por la noche, es si el electorado demócrata que estaba y está entusiasmado con Dean -tenía sondeos de 40% en New Hampshire hace un mes- va a reflexionar a la luz de lo ocurrido en Iowa y buscar candidatos alternativos, como Kerry y Clark, o si Dean se va a beneficiar del revés con un voto de compensación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.