"En tres años no se ha dado un euro al arte alavés"

Con la inauguración del museo Artium bajo el amparo de una fundación, la Diputación de Álava se desentendió de la creación artística contemporánea: se terminaron las becas a los jóvenes artistas y la sala Amárica, que prestaba atención preferente a los nuevos valores, cerró sus puertas. Ante este panorama desértico surgió la plataforma Amárica, que reivindicaba la vuelta a una política cultural que tuviera en cuenta al ciudadano alavés. El lunes, el director del Artium, Javier González de Durana, pidió una entrevista a dos de sus representantes, en la que les propuso montar una exposición en junio de una selección de artistas alaveses. Ibon Saenz de Olazagoitia es uno de los miembros de la plataforma.

Pregunta. ¿Qué les parece la propuesta de González de Durana?

Respuesta. Es una propuesta puntual y urgente, que tiene por lo menos un comienzo positivo: la voluntad de diálogo por parte de los responsables del museo. Pero, lo cierto es que ni somos comisarios de exposiciones ni galeristas, con lo que es una idea que no nos atañe y que además llega tarde.

P. ¿Cuál es su postura?

R. Nosotros no tenemos nada que hacer con las exposiciones que organice el Artium, que ya tiene responsables con la cualificación necesaria para preparar esas muestras. Nuestra intención es ser útiles siempre y cuando comprometa a la política cultural de la Diputación, que es la institución responsable.

P. Pero la Diputación ha dejado en manos del museo todo lo referente al arte contemporáneo.

R. Por eso, se trata de estudiar las infraestructuras que tiene el Artium y de qué modo pueden atender a la creación alavesa.

P. Que está un tanto huérfana desde hace tres años...

R. Efectivamente. En este tiempo no se ha dedicado un euro a la creación artística alavesa. Y estas inversiones son necesarias. Son actuaciones que enriquecerían ese entramado cultural alavés: becas para la creación, bolsas de viaje, compra de obra, ediciones de catálogos, cursos, exposiciones. Por eso no nos parece mal la propuesta de Durana; sólo que se queda muy corta y ajena a la realidad de Vitoria.

P. La plataforma también ha criticado la política de adquisición de obra.

R. Sigue sin establecerse ni en el departamento de Cultura de la Diputación ni en el Artium un procedimiento mediante el cual un jurado independiente, de prestigio, se haga cargo de la adquisición de obras, o al menos, del asesoramiento. Y, en último caso, hay una voluntad de transparencia: que estas inversiones sean conocidas. Al pasar a manos semiprivadas la gestión cultural, los alaveses no tienen un control claro de cómo se invierte su dinero. Lo que pedimos no es tan extraño: el Museo de Bellas Artes de Bilbao, por ejemplo, tiene una comisión de compra.