Jactancia del alcalde de Boadilla

Llevo viviendo en Boadilla desde 1967, cuando esta población era minúscula. Hoy tiene 40.000. Nuestro regidor, el señor González Panero, muy protagonista él, ha conseguido la línea ADSL para los sectores nuevos. Con frecuencia se jacta de que le interesa, de las decisiones que toma, en general, para que la juventud haga deporte: alquila gimnasios privados, va a construir una piscina cubierta, entrega medallas y diplomas a diestro y siniestro, ha entregado el "palacio" al Ministerio de Defensa.

Sin embargo, tiene abandonado el casco viejo: el solar del Ayuntamiento anterior está inundado de roedores, la seguridad brilla por su ausencia, del tema sanitario se olvida (no tenemos ni ambulancia), el ambulatorio es totalmente desproporcionado para la cantidad de habitantes que vivimos en Boadilla.

Tenemos que ir a Quintana para hacernos radiografías, a Majadahonda para las sesiones de fisioterapia, a Pozuelo de Alarcón para las necesidades de odontología, a Puerta de Hierro para las urgencias.

Esto origina que las demoras médicas y de tratamientos tengan una espera de hasta cuatro meses o más. Mi esposa y yo tenemos fechas para consultas en Puerta de Hierro "hasta cuando nos llamen", y en Quintana, para abril.

El servicio de Correos, sabe muy bien el señor González Panero, cómo "no funciona", y lo admite sin deparo. El reparto es exclusivo de urbanizaciones, sector B, Ayuntamiento, Guardia Civil y similares.

No le importa que el resto de habitantes recibamos la correspondencia con 15 días de retraso o no la recibamos.

De los mayores no quiere saber nada. Existe la Casa de la Tercera Edad, próxima a las dependencias municipales, reducidísima, y que por la citada proximidad, el señor González Panero "se encarga de controlar" (la cafetería está cerrada). Eso sí, todos los años (se preocupa) de dar dos o tres comidas a los mayores; de esta forma piensa que "oculta" la dejadez hacia todos nosotros. Las necesidades de Boadilla son muchas más. El señor González Panero lo sabe, pero él hace lo que le place o interesa.