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La Fundación Miró de Mallorca pierde la mitad de su público en dos años

Sin director y con las paredes desnudas de los mejores mirós -las obras que cedía en depósito la familia-, la Fundación Pilar y Joan Miró de Mallorca ha perdido la mitad de su público en los dos últimos años: entre 1999 y 2001 rondó los 100.000 visitantes y en 2003 cayó a 50.115, la cifra más baja en los siete últimos ejercicios. Abierto en 1992, éste es el único museo de Mallorca que perdió visitantes en 2003.

El Ayuntamiento de Palma, de mayoría del PP, en el verano de 2002 no renovó en su cargo al director de la Fundación Miró, Aurelio Torrente Larrosa, y desde entonces el concejal del departamento de Cultura -primero Carmen Feliu y ahora Rogelio Araújo- asume directamente la tutela y dirección de la institución pública municipal. Torrente preparaba, y tuvo que anular, una excepcional muestra con cuadros de mujeres de Picasso y Miró, y el Ayuntamiento de Palma posteriormente desechó una exposición prevista de Gloria García Lorca. El cese de Torrente, cuya trayectoria fue apoyada por los herederos de Miró, Emili Fernández y Joan Punyet, fue considerado por éstos un error y una descortesía del Ayuntamiento. En 2000, con la programación de Torrente, se contabilizaron 103.353 visitantes.

La familia del mecenas replicó al acto político de descabezar la fundación con la retirada del centro de casi dos decenas de obras de su propiedad, las mejores piezas de la colección, que incluían las únicas telas firmadas que se exhibían. En las últimas semanas las comisiones de gobierno y el patronato de la fundación culminaban el proceso de selección de un nuevo director, a los 15 meses de la salida del anterior.

El legado del artista

La Fundación Miró de Mallorca nació en los años ochenta del mecenazgo y patrocinio de Joan Miró y su familia. El legado Miró de Palma -sustanciado al margen de la dación por pago de impuestos al Estado por herencia- quedó integrado por 134 pinturas, 762 dibujos, 25 esculturas y 300 piezas de obra gráfica. La viuda de Miró, Pilar Juncosa, pagó después las obras del nuevo edificio que se encargó a Rafael Moneo con los fondos logrados en la subasta de una parte de su colección. El conjunto de la fundación engloba el fenomenal taller de Son Abrines, obra de Josep Lluis Sert donde se muestran las telas inacabadas del artista; las casas de escultura y grabado -con los grafitos en los muros- de Son Boter y el emblemático edificio blanco de Rafael Moneo.

En un informe que ayer distribuyó Europa Press se detalla que los cinco principales museos de Mallorca cerraron 2003 con optimismo y buenas cifras de visitantes ya que todos, a excepción de la Fundación Pilar y Joan Miró, recibieron más visitantes que en el año anterior. La Fundación Miró atribuye la caída al periodo de inactividad registrado de abril a octubre del año pasado y a la caída del número de turistas llegados a Mallorca.

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