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En Barcelona hay más de 700 usuarios de la bicicleta que tienen contratado un seguro

La federación y los clubes ciclistas discrepan sobre la obligatoriedad de la póliza

Clara Blanchar

¿Qué ocurre si un ciclista atropella a alguien? ¿Y si raya la carrocería de un vehículo al circular? Si no tiene seguro, le puede costar muy caro. Por esta razón, los ciclistas urbanos han comenzado a tomar conciencia de que si utilizan la bicicleta como medio de transporte, pueden sufrir accidentes y causar daños a terceros, por lo que es mejor cubrirse las espaldas y contratar una póliza de responsabilidad civil. Todavía son muy pocos y lo hacen a través de las asociaciones de ciclistas. Otra cosa es el debate sobre si ese seguro debe ser obligatorio o no.

El Bicicleta Club de Cataluña (BACC), una de las principales entidades de promoción de la bicicleta en Barcelona, tiene unos 700 asociados que ya han contratado un seguro a terceros, que cuesta 24 euros anuales. En el BACC recomiendan que los ciclistas se aseguren, pero indican que se trata de una "opción que debe ser voluntaria, nunca obligatoria". Son palabras de Diana González, portavoz de la asociación, quien alerta de que la obligatoriedad podría frenar el uso de la bicicleta.Este medio de transporte lo utilizan diariamente en Barcelona unas 30.000 personas.

"El seguro no debe ser una condición indispensable para circular. Si fuera obligatorio, podría llegar a ocurrir que alguien no saliera de casa a dar un paseo en bici por falta de seguro", afirma González. Desde el BACC consideran que, además de un ejercicio de responsabilidad de quien los contrata, los seguros deben servir también para apoyar las políticas de fomento del uso de la bicicleta como medio de transporte. "Asegurarse es también una suerte de militancia con la promoción del medio", sugiere González.

Diez mil federados

El otro gran colectivo de ciclistas asegurados lo forman los socios de la Federación Catalana de Ciclismo, que agrupa a casi 10.000 personas. De éstas, 7.000 tienen licencias de competición y las 3.000 restantes son ciclistas que contratan la póliza que corresponde a licencia para cicloturismo, bicicleta de montaña y ocio. Este seguro cuesta 46 euros y además la póliza incluye asistencia sanitaria en centros médicos especializados.

Desde la federación se muestran partidarios de la obligatoriedad del seguro. "Forma parte de la normalización de este medio de transporte. Ciclista, sí, pero a mucha honra y con papeles", afirma su presidente, Jordi Mariné. "Si no tienes seguro es como ir de furtivo", añade, y advierte: "¡Atropellar a una viejecita te puede costar millones, o rayar un buen coche cientos de miles de pesetas! Tenemos que estar cubiertos ante situaciones que pueden pasar, y cada vez más, por el incremento del uso de la bicicleta". Además de estas dos formas -con o sin asistencia sanitaria-, existen seguros del hogar que cubren supuestos de responsabilidad civil. "Pero en estos casos es recomendable mirar bien la letra pequeña", advierte Mariné.

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Los accidentes urbanos en los que se ven implicadas bicicletas son poco frecuentes. En Barcelona, y pese al fuerte incremento de usuarios registrado en los últimos años, las bicicletas sólo están presentes en el 1,3% de los accidentes, de acuerdo con datos del año 2002 facilitados por el Ayuntamiento. En la mayoría de los casos se trata de accidentes en los que no hubo heridos graves o, si los hubo, fueron los propios ciclistas.

Pero estas cifras no excluyen que haya puntos negros, en los que a menudo se producen pequeños accidentes, sobre todo atropellos de peatones por parte de ciclistas. Los carriles bici de la Gran Via o de la avenida Diagonal se llevan la palma de estas colisiones en los tramos donde coinciden con una parada de autobús -cuando los viajeros se apean- y un quiosco de prensa -que reduce el espacio para circular.

Barcelona es, pues, una de las ciudades donde podría plantearse el debate sobre la necesidad de que los ciclistas contraten seguros. Pero las opiniones son dispares. Como se ha visto, ni siquiera hay acuerdo entre las asociaciones presentes en la Comisión Cívica de la Bicicleta de Barcelona, el organismo que agrupa al Ayuntamiento de la ciudad con entidades públicas y privadas relacionadas con el transporte. Su presidente, el segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento, Jordi Portabella, es partidario de la obligatoriedad del seguro "para que en caso de accidente alguien responda". "Sin embargo", apunta Portabella, "habría que encontrar una fórmula de póliza que en caso de accidente cubriera tanto a los posibles agraviados como a los ciclistas".

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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