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Michael Jackson acude como una estrella a su cita con la justicia

El cantante niega las acusaciones de pederastia

En un tribunal de la apacible localidad californiana de Santa María, Michael Jackson se declaró ayer inocente de las acusaciones de pederastia que le implican en el abuso de un menor, enfermo de cáncer, en su rancho de Neverland. Jackson se portó más que nunca como un ídolo del pop. Rodeado de cientos de periodistas y casi ajeno a unos cargos que podrían condenarlo a más de 20 años de cárcel, sonrió y saludó a los admiradores que acudieron a apoyarle.

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El próximo 13 de febrero, el juez decidirá si las pruebas son lo bastante sólidas para enjuiciar al cantante. Ayer sólo se trataba de una vista preliminar, pero unos trescientos periodistas acamparon desde el alba para cubrir la noticia. Incluso la CNN difundió en directo la llegada del cantante.

Minutos después de las ocho y media de la mañana (cinco y media de la tarde hora española), Jackson se bajó de un todoterreno con lunas tintadas saludando a sus fans, levantando el puño en señal de victoria. Apenas se le podía ver tras una sombrilla oscura que sostenía uno de sus guardaespaldas y un par de gafas de sol. Con traje negro, camisa blanca y un brazalete claro, el ídolo del pop se dirigió hacia la puerta, rodeado de las cámaras de televisión.

Saludó a los guardias de seguridad y pasó por el detector de metales. Le acompañaban su abogado, Mark Geragos, y todo el clan Jackson, entre ellos sus padres y sus hermanos Jermaine y Janet.

Fuera, bajo el ruido atronador de los helicópteros, los fans que habían acudido a respaldar a su ídolo en la "caravana del amor", una manifestación organizada por la familia Jackson, se dejaban entrevistar por la prensa. Las pancartas de apoyo rezaban: "Michael, mantente fuerte", "Creemos en ti" y "Dejadle tranquilo".

Los guardaespaldas del cantante, que fueron identificados como miembros de la Nación del Islam, una secta religiosa que en los últimos meses parece haber tomado el control de las actividades de Jackson, distribuían al público inesperadas invitaciones a Neverland para beber unos refrescos.

Una formalidad legal que debía tardar unos minutos se alargó casi dos horas. Y empezó mal. El juez Rodney Melville amonestó al cantante por llegar tarde. "Señor Jackson, ha entrado con mal pie. Quiero avisarle de que no pienso tolerarlo, es un insulto a este tribunal". Con un simple "no culpable", Jackson negó los siete cargos de pederastia lanzados en diciembre por la fiscalía de Santa Bárbara, que le acusa de abusar de un chico de 14 años, enfermo de cáncer, en su rancho de Neverland entre el 7 de febrero y el 10 de marzo de 2003 y de haberle emborrachado.

La salida fue aún más espectacular. Jackson (que está en libertad condicional tras abonar en noviembre una fianza de tres millones de dólares), vitoreado y aplaudido, se subió encima del todoterreno y saludó al público, mientras dos cámaras, también subidos en el vehículo, filmaban a los admiradores enfervorizados. La caravana de coches recorrió luego lentamente las calles de Santa María. Parecía el rodaje de un vídeo. Próximo episodio: el 13 de febrero, cuando otra vista determinará si los cargos son lo bastante sólidos como para llevar a juicio al ídolo del pop.

Michael Jackson, con su abogado Mark Geragos, ayer a su llegada al tribunal de Santa María (California).
Michael Jackson, con su abogado Mark Geragos, ayer a su llegada al tribunal de Santa María (California).ASSOCIATED PRESS
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