"Todo el pueblo desea hacer lo mismo que ella"

Los restos de la joven palestina que mató a cuatro israelíes en un atentado suicida en el puesto fronterizo de Erez fueron enterrados ayer en Gaza, donde sus habitantes se mostraban divididos ante la acción suicida, por primera vez llevada a cabo por una madre palestina con dos hijos.

"Hay otras mujeres que han cometido atentados", declara Amani, una joven estudiante de 20 años. "Todo el mundo habla de ella sólo porque tenía hijos", dice. En la Universidad de Al Azhar, donde estudia Amani, la mayoría de los estudiantes "están en contra del atentado porque tenía hijos", estima la joven universitaria.

"No es una cuestión de madre o padre. Todo el pueblo quiere hacer lo mismo que ella", opina, sin embargo, un hombre que se presenta como Abu Bader y que ronda los 40 años. En algunas emisoras locales de radio la inmolación de Rim al Reyashi era el tema de numerosas tertulias.

Recurrir a las mujeres para cometer atentados suicidas ha sido una cuestión teológica discutida. Hamás y Yihad Islámica se han mostrado en contra de este tipo de atentados durante mucho tiempo. Las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa fueron los primeros en utilizar mujeres, para después ser imitados por la Yihad Islámica. "Era una mujer joven y casada que deja un marido e hijos que irán al paraíso", sostiene Mahmud Zahar, jefe de Hamás, quien advierte de que habrá más mujeres suicidas en el movimiento. "Ella no será la última", añade. "No es en contra del islam", afirma una mujer anciana de Gaza, vestida de negro, acompañada de su cuñada, que lleva en brazos a su hija de cinco meses. Esta mujer aprueba el atentado y añade que Dios "protegerá a los hijos" de la difunta.

El ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz, ordenó ayer la reapertura del puesto de Erez, según el diario israelí Haaretz. Las autoridades israelíes cerraron ayer inicialmente el paso, que cruzan diariamente unos 15.000 palestinos para trabajar en Israel.