EE UU clasificará a todos los viajeros por colores según su nivel de riesgo
Washington obligará a las líneas aéreas a revelar datos personales de los pasajeros
A pesar de las críticas de los grupos que defienden las libertades y el derecho a la intimidad y de las resistencias encontradas en las compañías aéreas, el Gobierno estadounidense no ha variado sus planes para que entre en vigor de forma inminente un nuevo sistema informático que utiliza la información personal que proporcionan los pasajeros para establecer un código de seguridad por colores. El sistema afectará a todos los aeropuertos estadounidenses y se unirá a la reciente exigencia de ficha electrónica y foto para millones de visitantes extranjeros a EE UU.
Según The Washington Post, el nuevo sistema -CAPPS 2, segunda versión del Programa Informático de Preselección de Pasajeros- podría aplicarse desde febrero en todos los aeropuertos de EE UU. El diario afirma que las líneas aéreas y las empresas de reserva de vuelos se han negado a colaborar con la Administración de Transporte Aéreo en la fase de pruebas del sistema. Compañías como Delta, que aceptó en principio cooperar, tuvo que desdecirse tras las protestas y amenazas de boicoteo de los usuarios. El caso de la línea de vuelos baratos JetBlue fue aún más allá, porque varios pasajeros se querellaron contra ella en septiembre cuando se supo que había facilitado datos para un proyecto militar relacionado con la seguridad aérea.
Como ya se había anunciado, el CAPPS 2 se alimenta de los datos de los pasajeros: nombre, dirección, teléfono y fecha de nacimiento. Además incluye el itinerario completo del viaje, el tipo de billete y la forma de pago. Todo esto se vuelca en bases de datos y se contrasta con informaciones públicas, comerciales y privadas. A continuación, y una vez que se ha establecido que la persona sometida a escrutinio que quiere viajar es la que dice que es, se acude a los bancos de datos en los que están los ficheros de historiales delictivos y de sospechosos de actividades terroristas.
Una vez que toda la información se comprueba, el sistema produce números y colores para el pasajero: si es rojo, no podrá abordar el vuelo; si es amarillo, deberá someterse a un interrogatorio; si es verde, entrará en el avión. Las autoridades aéreas de EE UU creen que un 5% de los pasajeros recibirán colores amarillos o rojos, frente al actual 15% que recibe un seguimiento especial a través de la primera versión del Programa Informático de Preselección. No se han hecho cálculos sobre la capacidad que tienen las nuevas medidas de introducir mayores retrasos en un transporte aéreo muy afectado ya por las nuevas normas de seguridad.
Numerosos grupos han reactivado sus críticas hacia las medidas. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) cree que "lo anunciado por la Administración es un golpe más al derecho de los ciudadanos a viajar libremente y a su intimidad", según señala a EL PAÍS Robin Goldfaden. "Los datos personales podrán ser almacenados por las autoridades y compartidos con otras agencias sin que los ciudadanos puedan saber ni quién accede a esa información ni cuál es su clasificación de acuerdo con el sistema de colores y números. Éstas son violaciones muy graves de los derechos y libertades de los estadounidenses".
El Post informa, además, de otra iniciativa que ha acentuado la polémica y que se aplicará a lo largo del año: los pasajeros habituales que voluntariamente entreguen toda esa información recibirán un tratamiento especial y podrán acelerar su paso por los controles de seguridad. Lo arbitrario del procedimiento creará pasajeros de primera y de segunda clase, según la ACLU.
El anuncio de la entrada en vigor de estas medidas coincide con las críticas sobre la eficacia y la legitimidad del US-VISIT, la toma masiva de huellas y fotos que empezó a aplicarse el día 5. Para Robin Goldfaden, "aparte de introducir sesgos y confusiones importantes, la capacidad de las medidas para incrementar la seguridad es muy cuestionable. No todos los puertos de entrada han puesto en marcha el programa, hay países excluidos de ciertos controles y las salidas no se controlan de forma precisa".
Por otra parte, Río de Janeiro dejará de fichar a los turistas estadounidenses que visiten el país, una medida adoptada en reciprocidad con EE UU, informa Juan Arias. El alcalde de Río de Janeiro, Cesar Maia, que está en la oposición al Gobierno del presidente Lula, se ha salido con la suya consiguiendo que el Tribunal Regional Federal (TRF) anule la sentencia que semanas atrás había emitido el juez de Mato Grosso do Sul, exigiendo el fichaje de todos los turistas estadounidenses que llegasen al país. En cambio, las autoridades de Panamá han anunciado que tomarán fotografías y huellas de los visitantes extranjeros, informa Efe.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.