Cuatro jóvenes dan una paliza a un empleado de Metro

Marceliano Holgado, jefe de vestíbulo de Metro, de 55 años, fue agredido e insultado el pasado viernes, hacia las 21.35 horas, en la estación de metro de Latina por un grupo de cuatro jóvenes españoles de unos 25 años. Holgado asegura que la agresión fue repentina, sin mediar provocación, y que "no es un hecho aislado". UGT denuncia que han vuelto a producirse enfrentamientos con los grafiteros.

El vagón de cola en el que iba Holgado a trabajar el viernes a las 21.35 estaba repleto de gente. "Todo era normal, yo no note nada especial, aunque los que me pegaron debían de venir conmigo", relata. Las puertas se abrieron en Latina, y Holgado bajó al andén rodeado de personas "como otros muchos días".

En ese momento, oyó los primeros insultos: "Hijo de puta, metrero". "No hice caso, eran chicos normales, de unos 25 años, vestidos como cualquier otro de su edad. Reconocieron que era de Metro porque llevaba el uniforme. Nos llaman chaquetas rojas, por su color".

A partir de ahí todo se desarrolló con gran rapidez. "Mientras me insultaban, dos me empujaron contra la pared, otro se reía, y finalmente me pegaron un puñetazo que me alcanzó en el ojo derecho, me tumbó y me dejó sin conocimiento. También me rompieron las gafas", explica Holgado. En un minuto, la víctima yacía en el suelo y los agresores se habían dado a la fuga. Nadie se atrevió a ayudar a Holgado que tampoco tuvo la suerte de encontrar a algún guardia de seguridad en la estación.

El hombre recuperó la conciencia y se trasladó por su propio pie hasta donde se encontraban sus compañeros de trabajo. "Subí al centro de comunicación, allí había un compañero que me atendió. Me trasladaron a Canillejas y me reconoció el médico de la empresa. Como vieron que podía ser más grave, vine hasta la clínica en un taxi. Y aquí estoy desde el viernes, con un collarín, dolores en el cuello y sin oír por el oído derecho".

Problemas en el oído

El médico de guardia de la clínica Asepeyo de Coslada, donde está ingresado, indica que en principio el paciente se encuentra bien. Presenta un golpe en la cabeza y por este motivo le han reconocido el especialista otorrino y el neurocirujano, que no han apreciado lesiones orgánicas. "Pero, por precaución hemos decidido que permanezca en observación. Aparentemente está bien y esperamos poder darle de alta mañana".

Holgado mantiene que esta agresión no es un hecho aislado. De la misma opinión es el secretario general de UGT-Madrid, Fernando Andrés Chicharro, quien mantiene que, después de una época de cierta tranquilidad, la violencia está volviendo al suburbano. Chicharro pone como ejemplo la agresión que en fechas recientes sufrió un conductor al terminar su servicio para robarle. "En diciembre ya tenemos constancia de varios robos con violencia. Los enfrentamientos con una banda de grafiteros que se dedica a pintar los trenes han resurgido. Y ahora esta agresión, sin mediar palabra, sólo por trabajar en esta empresa. Es imprescindible que se adopten medidas inmediatas para que la situación no se complique más".

Holgado sabía que se producían agresiones y robos con violencia, pero nunca se había imaginado que le iba a tocar a él. "Claro que tengo miedo. Esto es la gota que colma el vaso, porque a mí ni siquiera me han robado. Han ido a machacarme sólo por trabajar en el metro", recalca.

Holgado apunta como solución al problema de la inseguridad en el suburbano que se incremente el personal, "porque estamos solos", y que los vigilantes de seguridad estén mejor preparados. "Muchas veces nosotros tenemos que ayudarles porque van solos y no están preparados para enfrentarse a personas violentas", añade.

Un portavoz de Metro confirma la agresión pero asegura que estos sucesos no son habituales. Las mismas fuentes indican que siempre es posible que existan actitudes violentas pero que son aisladas.