El 93% de los contratos firmados el año pasado fueron temporales

La precariedad en la contratación se ha convertido en uno de los principales elementos de la situación laboral en Euskadi. Apenas el 7,31% de total de contratos realizados en el País Vasco el año pasado fueron indefinidos, incluyendo los que primero se firmaron como temporales y luego se convirtieron en indefinidos, según los datos del Inem. Euskadi es la tercera comunidad autónoma, tras Andalucía y Extremadura, en que menos contratos indefinidos se firman. La tasa de precariedad, un 33%, es casi tres puntos porcentuales superior a la media española.

Si se presta atención a las comunidades más ricas se puede observar que, en un entorno general de precariedad, las cosas les han ido relativamente mejor. En Baleares, el porcentaje de contratos fijos firmados el año pasado se elevó al 11,06%, mientras que en Cataluña llegó l 13,11%, en Valencia al 10,27%, y en Madrid a un 13,65%. La media nacional se situó en el 8,66%. Las tres provincias vascas se encuentran por debajo de esa media: sólo Álava se aproxima con un 8,13%, en tanto que Guipúzcoa se queda en un 7,16% y Vizcaya en un 7,14%.

La evolución del empleo fue, sin embargo, mejor en 2003 en el País Vasco, según los datos del Inem. La tasa de paro se situó al cierre del ejerccio en diciembre en el 7,44% de la población activa, lo que coloca a la comunidad autónoma en el sexto lugar en la clasificación nacional. La media del conjunto de España queda en el 9,04%. También el País Vasco fue en 2003 la sexta comunidad que más redujo porcentualemente el desempleo, en concreto un 1,07%. En el conjunto de España, mientras, el paro aumentó un 1,39% con respecto a diciembre de 2002.

Al comparar los tres territorios entre sí se puede observar que es Álava también donde el empleo se ha comportado mejor. En esta provincia, el desempleo ha caído un 10,49%, mientras en Vizcaya sólo lo hizo un 1,57% y en Guipúzcoa, un 1,81%. La tasa de paro más baja corresponde también a Álava, con el 6,20%, y la más alta a Vizcaya: 8,38%. En medio queda Guipúzcoa, con el 6,51% de su población activa sin un puesto de trabajo.

Competencias

Euskadi es la única comunidad autónoma que no tiene transferidas las políticas activas de empleo del Inem porque el Gobierno vasco se niega a aceptar la competencia si no va acompañada de la posibilidad de recaudar y gestionar las cuotas que la financian. El Ejecutivo siempre ha vinculado la estabilidad en el empleo y la mejora de las condiciones de trabajo a la obtención plena de un marco propio de relaciones laborales.

La ley de Empleo, aprobada el pasado noviembre por las Cortes Generales, establece que las políticas activas hasta ahora en manos del Inem las pasará a realizar en las comunidades autónomas que no tienen asumida la competencia (Euskadi) el nuevo Servicio Estatal de Empleo. Así, se ocupará de la intermediación y colocación en el mercado de trabajo, el fomento del empleo, la contratación laboral, la formación continua y la profesional. Las políticas pasivas, que son las que no quiere transferir el Ejecutivo central, son las prestaciones, el dinero.

Mientras el Gobierno vasco asegura que esta competencia está recogida de forma completa en el Estatuto de Gernika, el central sostiene que transferirla supondría la ruptura de la caja única de la Seguridad Social. El Ejecutivo autónomo ha reclamado también tradicionalmente la transferencia íntegra de la Seguridad Social.

El Departamento de Empleo, que dirige Joseba Azkarraga, de EA, ha puesto en marcha, con la oposición de los sindicatos no nacionalistas (UGT y Comisiones Obreras) y de la patronal Confebask un plan de empleo que incluye la creación de Egailan, entidad con cometidos similares (fomento e intermediación en el mercado laboral) que el Inem. De esta manera, en Euskadi se produce una duplicidad de agencias públicas: la estatal no transferida y la vasca que actúa con fondos del presupuesto general.

Ésta es la única diferencia con el resto de las comunidades autónomas en el ámbito laboral. Euskadi ha firmado sólo más contratos indefinidos que dos de las comunidades con renta per capita más baja: Extremadura y Andalucía.