El Gobierno amplía con 3.400 hectáreas el Parque Nacional de Doñana

El espacio protegido de Doñana aumenta a dos bandas. El Ministerio de Medio Ambiente informará al Patronato del Parque Nacional que se reúne el lunes próximo de la incorporación de 3.400 hectáreas. Estos terrenos fueron expropiados por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para intervenir en las numerosas actuaciones de protección y restauración del humedal tras la catástrofe de Boliden. El otro espacio adicional de 500 hectáreas, protegido por la Junta de Andalucía, tiene un gran valor simbólico, son los terrenos en los que se planeó la urbanización Costa Doñana.

El espacio de Doñana está de enhorabuena. Con menos de un mes de diferencia, la Administración estatal y la Junta de Andalucía han coincidido en ampliar los límites de la superficie protegida. El territorio es muy delicado y no ha dejado de estar sometido a toda clase de amenazas desde la catástrofe de Boliden a la presión inmobiliaria sobre su litoral, uno de los escasísimos que se mantienen libres de ladrillos.

Según anunció ayer la ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, presidenta así mismo del Patronato del Parque Nacional de Doñana, planteará en la reunión del lunes próximo su intención de ampliar con 3.400 hectáreas, las 50.720 sobre las que actualmente se extiende la superficie del parque. El patronato lo estudiará e informará el plan que tiene que ser aprobado por el Consejo de Ministros.

La propuesta es, sobre todo, simbólica y jurídica. Estos terrenos están divididos en tres parcelas sobre las que actualmente no se ejerce ningún uso que impida su incorporación al parque. El Ministerio no tiene que gastarse una sola peseta en comprarlos ni en permutarlos. Son propiedad de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir que los expropió para poder intervenir sin trabas en la regeneración y saneamiento hídrico de las marismas, el fenomenal complejo que entraña la singularidad de Doñana.

No todo era propiedad de la Confederación. La red de parques nacionales también ha ido adquiriendo parcelas. Una de ellas es la antigua finca Najarsa, cuyos propietarios pensaban destinarla a cultivos pero finalmente desistieron. La finca de 650 hectáreas está junto a la carretera del Rocío a Matalascañas; la de 150 hectáreas en la zona del arroyo de la Cañada y la mayor de 2.600 hectáreas bordea el perímetro de Doñana por las marismas.

Basilio Rada, director del organismo autónomo Parques Nacionales (PN), defiende la adquisición de terrenos que estén dentro o linden con los límites de los parques para facilitar la gestión de los espacios protegidos. Dado que el régimen español del uso económico de estos territorios es muy severo y limitante, Rada afirma que "Parques Nacionales está haciendo un gran esfuerzo en indemnizar a los propietarios para compensarles por las restricciones de su actividad".

En este momento "preferimos ampliar los parques con terrenos totalmente compatibles con nuestro régimen de uso, muy reconocido en Europa, pero muy severo", añade. En el caso de Doñana se han seleccionado terrenos de mucha calidad "que estaban pidiendo ser incluidos en el parque por su continuidad o porque son espacios de transición". La finca mayor incorporada, Los Caracoles, pertenece a las marismas y ya estaba incluida en el parque natural que gestiona la Junta de Andalucía. Una vez se incorporen al parque, se beneficiarán de los mismos programas de conservación y restauración que el resto del territorio protegido. Uno de estos programas es la restauración forestal. "Hemos plantado ya varios cientos de alcornoques mediante una técnica costosa y delicada porque se llevan con cepellón. Este año plantaremos 1.500", añade Rada.

Desde la declaración de Doñana como Parque Nacional en 1969, es la segunda vez que se amplían sus límites a pesar de las numerosas y voluntariosas manifestaciones de hacerlo, entre otras por la ex ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino.

Adiós a Costa Doñana

La Junta de Andalucía, por su parte, también ha dado un paso decidido para ampliar el espacio protegido en torno a Doñana por una de las zonas más comprometidas del litoral, la conocida por El Asperillo, donde estana prevista la urbanización Costa Doñana.

El Consejo de Gobierno andaluz aprobó el pasado 16 de diciembre el plan de ordenación del territorio del ámbito de Doñana, donde residen 107.000 personas repartidas en once municipios, ocho en Huelva y tres de Sevilla. El documento recomienda incorporar al Parque Natural un espacio de casi 500 hectáreas, exactamente la franja litoral del Asperillo, comprendida entre la carretera de Matalascañas a Mazagón y el Atlántico. Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente subrayan la importancia de esta decisión alcanzada tras superar muchas discusiones con los alcaldes de los municipios afectados y los dueños de estos terrenos.

En 1992, el mismo año de la Cumbre de Río y la Expo de Sevilla, propusieron urbanizarlo. Pero las manifestaciones en contra consiguieron que el presidente de la Junta, Manuel Chaves, paralizara la iniciativa. la Junta creó un comité de expertos dirigidos por Manuel Castells para que estudiara cómo se podía desarrollar la zona sin mermar sus valores naturales. Su propuesta dio lugar al primer plan de desarrollo sostenible que se puso en marcha en la Unión Europea al que se le dotó con 60.000 millones de pesetas en ayudas. En ese plan se proponía no autorizar la recalificación urbanística de Costa Doñana. No se autorizó.

La Junta ha permutado esas 500 hectáreas de litoral, ahora protegidas, por otras 100 urbanizables mediante un conjunto turístico-hotelero ubicado junto al casco urbano de Mazagón. "Todo lo que sea establecer zonas de protección en el territorio me parece bien", afirma Basilio Rada. "Reconozco que no solamente la red de Parques Nacionales brinda protección Existen otras figuras adecuadas como los parques naturales que gestionan las autonomías".