Al responsable del 092
Cuando me dirigía a mi casa, y al pasar por el parque recién inaugurado en la avenida de los Hermanos Maristas, a la altura del número 7, en el parque infantil había tres jóvenes ya talluditos ejerciendo el vandalismo con los juegos destinados a los niños; al increparlos por su actitud, no sólo continuaron con sus actos, sino que, además, se permitieron desafiar el hecho de que los amenazara con llamar a la policía, como así hice por medio de una llamada al 092, en el que se me dijo que se avisaba a la patrulla.
Estuve esperando por espacio de 25 minutos y no apareció ningún agente de la autoridad para, al menos, recriminarles por su actitud, aunque yo ya imaginaba que en cuanto vieran aparecer al vehículo policial, toda la chulería que demostraban se iba a convertir en una huida, a pesar de que me gritaban diciendo "no vienen" e imitaban el ruido de la sirena.
Así pues, me sentí, y todavía me siento, defraudado ante la poca atención recibida al denunciar un hecho que, como ciudadano, estaba en la obligación de poner en conocimiento de los que deben hacer respetar las leyes, cosa que yo, como simple vecino, no podía hacer valer, ya que de poco sirve enfrentarse con los energúmenos que creen tener derecho a todo porque simplemente lo pagamos entre todos.
En el patio de mi casa han puesto un letrero con unos números a los que se debe llamar cuando se observe que se está haciendo un uso inadecuado, o se está maltratando la propiedad municipal (y, a la vez, propiedad de cada uno de nosotros), como es el parque anteriormente citado; yo me pregunto si todo esto no será porque se acaba de inaugurar hace unos días y parece ser lo más "políticamente correcto" el querer hacer creer al ciudadano que realmente le preocupa a algún responsable el que así sea, porque, la verdad, ante la realidad por mi constatada, dudo que exista la voluntad de evitar estos abusos.
Según el letrero citado, todo aquel que denuncie estos actos será considerado un "observador medioambiental", desconozco si le pondrán alguna medalla como tal, o le darán algún carnet. Pero no me lo creo; posiblemente será el resultado de la idea de algún sesudo regidor, para hacer ver que les importa.
Cuando pasan estas cosas, uno en su interior se cuestiona problemas mucho más importantes que la simple denuncia contra unos chavales a los que sólo cabía asustar un poco, que no denunciar, y no se sorprende cuando día tras día aparecen casos de malos tratos a mujeres que denuncian a sus agresores, porque, si de verdad la policía llega tan pronto como ante mi llamada, no me extraña que se incremente el número de ese tipo de delitos.
En vez de sacar tanto pecho con la Copa América, hay que cuidar más el desarrollo cotidiano del civismo tan en falta en estos días.
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