Auge con carencias de los cines alaveses

Álava cuenta actualmente con el mayor porcentaje de salas de cine por habitante de España (0,2 pantallas por mil personas), tras la apertura hace un mes del último complejo en el centro comercial Boulevard de Vitoria, con 14 salas. Sin embargo, esta abundancia de pantallas, concentrada casi exclusivamente en Vitoria y su entorno, no se traduce en un aumento de la oferta de películas ni en un crecimiento de espectadores. Hay más salas, pero los títulos que se programan cada vez son menos y el número de espectadores parece haber tocado techo en Álava, tras haberse situado como la cuarta provincia española en asistencia al cine.

Todos los exhibidores alaveses confían, con todo, en la singularidad de sus ofertas y defienden la rentabilidad de su negocio.

El mercado de la exhibición cinematográfica sigue creciendo en España a buen ritmo en número de pantallas. Según datos del Ministerio de Cultura, a fecha de 24 de noviembre, existían 4.167 salas a las que habían asistido hasta entonces 110.450.839 espectadores. Eso sí, el número de cines sigue en descenso: de 1.334 en 1999 a los 1.179 actuales. La diferencia se explica por la aparición de grandes complejos con múltiples salas junto a los centros comerciales.

Álava refleja de forma ejemplar este fenómeno. Hace cinco años, contaba con 20 pantallas repartidas en cinco cines del centro de su capital. A principios de 2001, la crisis obligó a desenchufar los cuatro proyectores de los Samaniego. El verano de ese mismo año, Ster abría nueve salas en el centro comercial Lakua, a las que se fueron sumando otras iniciativas en las nuevas grandes superficies de Vitoria y sus alrededores hasta llegar a las 60 pantallas actuales, desde que Ábaco abriera su segundo complejo en el Boulevard, con 14 proyectores más. Este fenómeno es extensible a toda España: de 1.791 pantallas en 1993 a 4.167 actuales.

Pablo Nogueroles, director de Desarrollo de Yelmo Cineplex, empresa que gestiona las 14 salas del centro comercial Gorbeia, con 3.008 butacas de aforo, considera que la causa de esta inflación debe rastrearse en el boom inmobiliario y comercial de España en los dos últimos lustros. "Sólo hay que ver el número de grandes superficies que se están abriendo en todas las capitales y grandes ciudades, en las que hay unos criterios rigurosos de limitación en el ámbito comercial, pero no en el de ocio, y el cine es uno de los principales vehículos de entretenimiento", comenta el responsable del principal exhibidor de España, con 303 salas.

La llegada de las nuevas pantallas en el Boulevard, en la zona de influencia de las salas de Yelmo, supone una clara competencia para el complejo del Gorbeia. Nogueroles no lo niega: "Está claro que la tarta no va a crecer, ya que Álava es el cuarto territorio de España [tras Madrid, Barcelona y Girona] en asistencia al cine, con 4,4 entradas vendidas al año por habitante; pero de momento seguimos siendo el cine con más espectadores".

Ábaco no sólo compite con Yelmo desde el centro comercial Boulevard; también lo hace desde Lakua, donde en julio pasado adquirió el complejo que había abierto la compañía norteamericana Ster en esa gran superficie. Ana Ramírez, del departamento de Marketing de Ábaco, no teme a la competencia: "Es cierto que actualmente la plaza ha tocado techo, pero hemos hecho números y los dos complejos son rentables: vamos a lograr el 50% del mercado, unos 600.000 espectadores", señala. En 2002, se vendieron 1.225.559 entradas en Álava.

Javier Echeguibel, de los cines Guridi (siete salas) y Guridi Florida (otras tantas) se muestra también optimista por su ubicación en el centro de la ciudad y su especialización en el cine de autor. "Aunque hay cierto contagio, el mayor daño de la apertura de un centro comercial es para las otras grandes superficies. Y en esos complejos no se apuesta por el llamado cine de autor, aunque a veces hay excepciones", dice. Esa especialización en producciones más minoritarias lleva además a que, ante la escasez de copias, tenga preferencia la sala habitual.