El "primer catalanet" de Carod
Isaac Llorens nació prematuramente en Girona cuando pasaban dos segundos de las doce
Isaac Llorens Camacho quiso saludar al nuevo año sin esperar las seis semanas de gestación que le faltaban. El enérgico llanto que invadió, cuando pasaban dos segundos de las doce de la noche, la sala de partos del hospital Josep Trueta tranquilizó a su madre y le permitió anticipar, antes de que lo confirmara el consabido reconocimiento médico, que su pequeño estaba sano y tenía buenos pulmones. A pesar de que deberá pasar un tiempo en la incubadora, el hijo de Mónica Camacho, de 22 años, y Jordi Llorens, de 26, ambos vecinos de Flaçà (Gironès), se ha convertido en el primer catalán del año. El pequeño pesó 2,820 kilos y la familia recibió su primer regalo, según confirmaron sus padres, de manos del conseller en cap y presidente de la Generalitat en funciones, Josep Lluís Carod Rovira, que acudió por la mañana al hospital gerundense para felicitarles.
La habitación era una especie de camarote de los Marx lleno de políticos y periodistas
Los padres demostraron ayer paciencia y felicidad cuando su habitación se convirtió en una especie de camarote de los hermanos Marx en el que se apretujaban políticos y periodistas. La pareja había entrado a las seis de la tarde en el hospital, tras una ligera hemorragia, con el convencimiento de que el parto sería completamente natural, parecido al de su primera hija. A pesar de que el parto presentó alguna leve complicación causada por el riesgo de asfixia por el cordón umbilical, la madre aseguraba ayer, mientras andaba con toda tranquilidad de un lado a otro de la habitación, que se encontraba "perfectamente". Mónica Camacho explicó que cuando ingresó ya previó la posibilidad de que su hijo se convirtiera en el primero del año, sobre todo cuando constató que el parto sería largo. "A veces parecía que quería nacer antes de las doce y a veces después", afirmó. "Todos miraban la hora menos yo", añadió respecto a la expectación que despertó el parto entre quienes le atendían. El cansancio y la tensión acumulada se liberaron tras el nacimiento: "Me puse a llorar como una tonta. Estaba tan cansada y tan contenta...". El padre explicó que tras el nacimiento de su hijo preguntó a una enfermera la hora exacta a la que se había producido. Mónica Camacho apenas tuvo tiempo ayer de contemplar a su hijo y darle un apresurado beso antes de que el personal sanitario del hospital lo introdujera en la incubadora en la que permanece.
Lo cierto es que si Cataluña necesita fomentar la natalidad, el matrimonio Llorens-Camacho constituye un ejemplo poco corriente, puesto que su primera hija, Claudia, tiene sólo 10 meses. No eran pocos quienes ayer comentaban que por un solo día los dos hermanos no coincidirán en la misma clase, puesto que ambos habrían nacido durante el mismo año. Hay que precisar, no obstante, que el parto de Isaac se avanzó seis semanas.
El conseller en cap, Josep Lluís Carod, conversó unos instantes con los padres y les ofreció una caja de bombones, y a la hermanita del recién nacido le regaló un par de libros de cuentos.
El consejero explicó tras su visita, en la que le acompañó la consejera de Sanidad, Marina Geli, que la juventud de la pareja es un signo de "optimismo" y demuestra que existe confianza en el país. El consejero se felicitó por el nacimiento del que calificó de "primer catalanet" del año y añadió que era también el primero de toda España. La visita de Carod Rovira marca diferencias respecto a la actuación del anterior Gobierno. Pujol nunca acudió a un centro hospitalario el día de Año Nuevo para felicitar a las familias de los primeros catalanes, sino que lo hacía en una audiencia en el Palau de la Generalitat a finales de enero.
Carod Rovira, a preguntas de los informadores, respondió a las críticas de Artur Mas sobre el discurso de fin de año del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall.
El consejero, en alusión al escaso tiempo que llevan en el Gobierno, afirmó: "No se nos pueden pedir milagros", y reclamó que "los que tienen 23 años por detrás" dejen trabajar a quienes tienen " cuatro años por delante". Carod también pidió a la oposición que libre a los ciudadanos de un periodo de crispación política lleno de "críticas y disputas".
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