La autoridad bursátil de EE UU denuncia a Parmalat por engaño masivo a inversores
Tanzi seguirá en la cárcel, mientras la empresa emprende acciones legales contra su presidente
El peso de la ley se cierne sobre el presidente de Parmalat, Calisto Tanzi. Mientras el juez confirmaba ayer que el fundador de la empresa seguirá en la cárcel, la SEC (autoridad bursátil estadounidense) denunciaba a Parmalat por haber engañado a los inversores en la colocación de 1.500 millones de dólares (1.200 millones de euros) en bonos de la compañía, al tiempo que realizaba todo tipo de maniobras contables en la sombra.
Por su parte, el comisario extraordinario con plenos poderes, Enrico Bondi, anunció que la empresa actuará judicialmente contra el presidente de la compañía con el fin de recuperar los fondos desviados por Tanzi. Y empiezan los problemas en el exterior. La filial brasileña de Parmalat en Brasil ha dejado de pagar una deuda de 632.800 euros a los productores de leche de ese país.
Las autoridades reguladoras en Estados Unidos no van a quedarse cruzadas de brazos tras el estallido del escándalo contable en Parmalat. La Securities and Exchange Commission (SEC) ha emprendido ya una acción legal ante la corte federal de Nueva York contra el grupo italiano por violar las leyes que rigen el mercado de valores estadounidense y por haber engañado a los inversores incitándoles a comprar 1.500 millones de dólares en bonos de la compañía cuando el fraude financiero ya estaba consumado.
Multa sustancial
La onda expansiva del escándalo salta así a manos de la justicia estadounidense. La SEC lo califica como "uno de los más descarados fraudes corporativos en la historia" y con su acción legal ante la corte neoyorquina busca que se imponga una "multa sustancial" contra la dirección del grupo por sus prácticas ilegales. La autoridad reguladora estadounidense explica que el presidente de Parmalat, Calisto Tanzi, ya reconoció el pasado 9 de diciembre ante una firma financiera neoyorquina que las cuentas de la compañía estaban infladas.
Según informaba ayer The Wall Street Journal, Tanzi se negó a hacer públicos los desfases contables del grupo Parmalat. En la denuncia se explica que los directivos del grupo explicaron que se habían utilizado montantes en efectivo de su balance para adquirir obligaciones bajo forma de deuda por valor de 3.600 millones de dólares. "Ese dinero nunca existió", según la SEC. Además, se afirma que la compañía desarrolló una amplia campaña de promoción de sus bonos entre 1998 y 2002 para atraer a inversores potenciales estadounidenses.
El caso ha vuelto a traer estos días a la mente de los inversores en Wall Street los miedos que surgieron a raíz del colapso del gigante energético Enron hace dos años. Y de nuevo, como entonces, están volviendo a surgir las preguntas sobre el trabajo que han venido realizando durante los últimos años las autoridades reguladoras para asegurar su protección y sobre la conducta ética de los bancos y de las firmas financieras. La investigación en curso afecta a una veintena de ejecutivos y de auditores externos.
El auditor se defiende
El caso Parmalat explotó el pasado 19 de diciembre cuando el grupo admitió que un certificado que atribuía al Bank of America era falso. Para falsificar el documento se utilizó un escáner digital. La firma auditora Grant Thornton avaló después las cuentas del grupo. El Bank of America también ha presentado una denuncia criminal ante la justicia italiana por la manipulación contable llevada a cabo por la dirección de Parmalat utilizando su nombre. La firma Grant Thornton se limita a rechazar las acusaciones y se defiende asegurando que también ha sido víctima del fraude.
Mientras tanto, la multinacional italiana Parmalat ha reaccionado contra su fundador Calisto Tanzi. Así lo decidió el comisario extraordinario Enrico Bondi, que tiene ahora los poderes ejecutivos de la empresa. Umberto Tracanella el abogado que en Collechio (la sede del imperio Parmalat) actúa como brazo derecho de Bondi. La finalidad de esta acción legal es recuperar los 500 millones de euros que el presidente de la empresa ha reconocido que ha desviado de las arcas de la compañía.
Lo que aún no ha trascendido es dónde están esos los fondos desviados. Se especula con Ecuador o con un país andino o bien en alguna cuenta secreta de algún paraíso fiscal, aunque el fundador de la empresa lo sigue negando en los interrogatorios.
Por otra parte, la multinacional sueca Tetra Pak aseguró ayer que por ahora no suspenderá el abastecimiento de los cartones de leche, zumos de fruta y conservas a su primer cliente a nivel mundial. Cada año la empresa sueca le vende 700 millones de envases a la multinacional italiana. El comisario Bondi pidió ahora un encuentro con los dirigentes de Tetra Pak para encontrar soluciones antes que surjan cortes que bloquearían la producción industrial.
"Mi hijo ya no me habla"
La familia Tanzi se resquebraja más y más a medida que se alargan las horas de interrogatorio de Calisto Tanzi, fundador y presidente de Parmalat, y de su hijo Stefano.
Ayer Calisto dijo al juez que "su hijo ya no le habla" y que la comunicación entre ambos dejó de ser fluida desde hace ya mucho tiempo. "Hace tiempo que no hablo con él y no se qué ha estado haciendo", dijo Calisto durante el interrogatorio en la cárcel de San Vittore en Milán.
Stefano, que ayer también fue interrogado durante siete horas en Parma, ratificó las palabras de su padre. Hace tiempo que no hay comunicación entre ambos. Stefano aseguró que sólo sabía generalidades del grupo, que no tenía idea de cómo lo gestionaba su padre.
Stefano también negó conocer la existencia de Bonlat, la financiera en las Islas Caimán que era la "caja fuerte" de la familia y ahora está vacía. Stefano aparece como un hombre de paja en los interrogatorios, ignorante de muchos tejemanejes del grupo familiar.
A pesar de que Calisto cedió el control de Parmalat a su hijo en 2001, parece que el padre siguió dominando la empresa familiar bajo cuerda, mientras que su hijo se contentaba con la presidencia del club de fútbol Parma Calcio.
Ahora los jueces irán a por Francesca Tanzi, la hija de Calisto, que controla la filial Parmatour, de la que Calisto confesó haber sustraído indebidamente 500 millones de euros. Poco se sabe de la relación de Francesca con su padre, pero fuentes cercanas a la familia declararon a la prensa italiana que era "menos fría" que la que mantenía con Stefano.
Ahora habrá que ver si Francesca sabía algo de la gestión de su padre o si el distanciamiento familiar es un montaje para que sólo Calisto pague el pato.
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