La nueva Variante Sur de Bilbao tendrá un coste de 1.120 millones
La primera fase de la autovía de peaje no estará terminada antes de 2010
La Diputación de Vizcaya ya dispone del trazado y presupuestos para lo que será, con gran diferencia, la mayor inversión en una infraestructura pública viaria en Euskadi. La llamada Supersur está concebida para ofrecer un acceso a Bilbao alternativo al de la actual A-8, habitualmente colapsada. El coste previsto es de 1.120 millones de euros para un total de 36 kilómetros y se pretende ejecutar en tres fases, que no culminarían antes de 2020. Ahora la carretera en construcción más cara es autopista Eibar-Vitoria, con un presupuesto estimado de 660 millones.
El tronco principal de esta vía de peaje, denominada oficialmente Variante Sur metropolitana, será el primero que se ejecute. Discurrirá entre Trapagaran y Arrigorriaga a lo largo de 14 kilómetros, de los que ocho serán en túnel. El programa de obras presentado ayer por el diputado general, José Luis Bilbao, prevé su inicio en 2006 y su puesta en funcionamiento en 2010, aunque se abre la opción de que se demore hasta 2012.
Este trazado, el único del que se había hablado con cierta concreción desde que hace dos años la Diputación retomó esta obra, tendrá un coste de 545 millones de euros, casi el doble de los 282 millones que había calculado la institución foral. "Hasta ahora se habían hecho aproximaciones", dijo José Luis Bilbao para justificar el gran aumento del presupuesto.
Los responsables forales destacaron que la mitad de los 36 kilómetros de la autovía serán en túnel, con lo que aseguraron que se reducirá el impacto ambiental.Bilbao auguró que la nueva autovía "será la solución al colapso casi permanente de la A-8" en el área metropolitana. En este sentido, anunció que se pretende obligar a que circulen por ella todos los vehículos pesados -16.000 actualmente- que circulan a diario por la A-8, y que se buscará incorporar a los que realizan trayectos de largo recorrido. Las autoridades han tenido que rescatar un proyecto planteado hace 15 años -entonces descartado por la inversión y el alto impacto medioambiental-, porque las soluciones ideadas hace una década no han acabado con las congestiones de tráfico en el entorno de la capital vizcaína.
En el último lustro se han abierto tres autovías de acceso por el norte (los túneles de Artxanda y las variantes Este y Baja de Deusto) y el corredor del Txorierri (el primer cinturón de circunvalación que cierra 33 kilómetros de vial), con una inversión de 290 millones de euros. Se pensaba que con estas vías se iban a resolver los problemas circulatorios, pero los atascos aumentan cada año y ahora hay una media diaria de ocho horas de congestión en la A-8.
La primera fase de la nueva autovía incluiría, además, mejoras en la A-8, puesto que (ver gráfico) se ampliará a tres carriles un tramo de tres kilómetros entre La Arena y Abanto. Habrá también nuevas obras en los enlaces en Portugalete, Ortuella, Santurtzi y el Puerto, con aumento de los carriles hasta cinco, según precisó el diputado de Obras Públicas y Transportes, Eusebio Melero.
Segunda fase
La Diputación vizcaína espera iniciar a partir de 2015 la segunda fase, que extendería la Supersur desde Arrigorriaga hasta Galdakao, con otros 11 kilómetros. La mitad será en túnel, con un coste estimado de 300 millones de euros. La tercera, de 150 millones, no tiene plazos y dependerá de las "demandas futuras de tráfico". Prolongará esta gran variante desde Trapagaran hasta Abanto, un tramo de siete kilómetros de los que la mitad serían subterráneos.
Para financiar los 1.120 millones de euros de coste se recurrirá a créditos a 30 años -de los que el 55% se quiere que provengan del Banco Europeo de Inversiones-; a los ingresos por el peaje que desde junio se cobra en la A-8 y al futuro canon que se establecerá en la Supersur. A ello se añadirán 110 millones de euros que, hasta 2012, aportará la Diputación a través de sus presupuestos ordinarios. "Todavía no hay capacidad de inversión suficiente y por eso se lanza el proyecto a largo plazo", apuntó Melero. Los responsables forales no ofrecieron datos sobre cuál será la cuantía del peaje que se establezca en la Supersur.
Dos áreas urbanas afectadas
Pese a que gran parte del recorrido discurre por los montes que flanquean Bilbao por el este, la proximidad al área metropolitana hace inevitable el paso de la futura autovía por zonas urbanas. El diputado general no precisó qué número de viviendas o instalaciones pueden verse afectadas por el trazado. "Se podrá saber cuando estén los proyectos constructivos", indicó.
Sin embargo, admitió que las zonas más afectadas serán el barrio de El Regato, en Barakaldo, y la zona de Larraskitu, en Bilbao. En esta última se sitúa el enlace de la Variante Sur Metropolitana con la A-8 y las entradas a Bilbao, lo que constituye una de las novedades del proyecto. "Tiene una trama urbana delicada, pero se ha tratado de minimizar las afecciones a bienes".
José Luis Bilbao dijo que en el barrio baracaldés de El Regato se barajan hasta cinco alternativas, que se presentarán en el proceso de información pública de la primera fase, que se quiere tramitar para este verano. En las otras dos fases, las zonas más críticas son el cruce del Nervión, en Arrigorriaga, el entorno del barrio de Bekea, en Galdakao, y el paso por Ortuella y Trapagaran.
El diputado de Obras Públicas y Transportes, Eusebio Melero, destacó los beneficios de la nueva infraestructura por varias razones, como la liberación de los tráficos de largo recorrido procedentes del resto del País Vasco, Cantabria y Francia. Además, servirá de complemento a la A-8 en los desplazamientos de los dos márgenes de la Ría, el Puerto, las Encartaciones, el medio y el bajo Nervión y la zona de Arratia.
Descongestionará la actual área crítica de tráfico entre los túneles de Malmasín y el barrio baracaldés de Cruces y servirá de alternativa a la A-8 en las situaciones de congestión o accidentes.
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